El Valencia acecha al Barcelona

Sufrió mucho el Valencia para sumar los tres puntos ante el Celta, un rival que se lo puso en chino, sobre todo en el segundo tiempo. Un penalti tonto del Tucu Hernández propició el tanto de penalti de Parejo que vale su peso en oro.

Comenzó bien el equipo de Marcelino. Con veloces transiciones que llevaban mucho peligro al área del Celta. En una de ellas Carlos Soler estrelló el balón contra la madera. Era el primer aviso serio porque a continuación llegaría el tanto de Zaza. Fue en una acción a balón parado en la que el delantero se adelantó a Fontás para allanar el camino.

En ese primer tiempo pudo dejar sentenciado el partido el Valencia pero le faltó algo de puntería. Y cuando se perdona ya se sabe lo que sucede. Tras el receso salió otro Celta al campo. Comenzó a triangular y en la segunda jugada logró empatar el partido. El tanto empequeñeció al Valencia y el equipo vigués se convirtió en dueño y señor de todo lo que pasaba. Pudo adelantarse pero también perdonó.

Ambos entrenadores movieron los banquillos buscando esa bala extra para rematar al rival. Y el Valencia la encontró de la manera más tonta, en un penalti del Tucu Hernández sobre Nacho Gil. El tanto de Parejo, con suspense, porque tocó el guardameta hizo saltar a Mestalla, que veía como su equipo se sitúa a dos puntos del Barcelona, el líder que juega este domingo en el campo del Villarreal.