Opinión
Una agonía innecesaria
- 16 de enero
de 2009 -
- Elías Israel
Por seguir con el símil ajedrecístico, es como si Ramón Calderón, después del ‘jaque mate’, todavía buscase una salida. Intenta por la derecha y se encuentra a su familia que le pide que lo deje, que no tiene sentido, que les está salpicando. En la montaña rusa es lo único que queda siempre. Por la izquierda, se encuentra a sus directivos que se han empezado a poner nerviosos, algunos, por su prestigio, otros por su afán de asaltar el sillón presidencial y unos cuantos, por madridismo. En la diagonal se encuentran los medios de comunicación. Pero, no seamos ingenuos. No sólo se trata de qué grupo ha dado la noticia y el poder de ‘Marca’ (espectacular su exclusiva y su tratamiento del asunto) para tumbarle, se trata sobre todo de los derechos de televisión. ¿Alguien se imagina que un nuevo presidente aceptase, vía Mediapro, que le televisase La Sexta en plena venta de Digital Plus? No es cuestión menor el comunicado de la Comunidad de Madrid. Esperanza Aguirre ya ha entrado en la partida.
Pero, ya sea por fas o por nefas, las horas de Calderón están contadas. Si se da una prórroga y convoca elecciones en junio, creo que lo del domingo en el Bernabéu va a ser histórico. Es la auténtica Asamblea, la más verdadera que se va a celebrar en años. Los madridistas andan indignados por el pucherazo, por la imagen, por el cachondeíto creciente entre sus rivales y porque en el palco tienen a un presidente en el que ya no creen. Ramón Calderón debió dimitir el martes, no lo hizo. Ayer estuvo a punto. Debe saber que si no dimite hoy, lo va a tener que hacer el domingo por la noche, por muchas elecciones que convoque. Los dueños del Madrid, o sea sus socios, son los únicos que no han hablado aún.