Opinión
Un árbitro nefasto y un presidente populista
- 19 de enero
de 2009 -
- Miguel Gutiérrez
Como si la actuación de Pérez Burrull en el Bernabéu no fuera un episodio suficientemente esperpéntico, anuncia Patxi Izco que Osasuna va a romper relaciones con el estamento arbitral. Al presidente navarro, por lo visto, no le llega con lamentar el pésimo arbitraje del cántabro. Podría quejarse de la sangría que padeció su equipo, pero va más allá y asegura estar «convencido» de que el arbitro vio los dos penaltis, pero no los quiso pitar: «Hacer lo que hizo es una inmoralidad», protesta. Igual que unos creen en Gurucetas y otros en Villaratos, Patxi Izco, tiene derecho a creer también que Pérez Burrull es un corrupto. Allá él con sus mensajes populistas. Para mí es sólo un árbitro nefasto.
Blog | ‘Árbitros… la mano que mece la cuna’, por Daniel Llagüerri