Totti decide un partido eterno
El delantero de la Roma, que este mes cumplirá los 40 años, anotó un penalti en el descuento para ganar un encuentro que estuvo parado por la intensa lluvia
11 de septiembre de 2016 - Sportyou
El capitán de la Roma volvió a ser decisivo con un gol en el descuento desde el punto de penalti ante la Sampdoria, que se puso por delante en el marcador antes del descanso, periodo que se alargó más de una hora por la intensa lluvia que cayó sobre el estadio Olímpico. Tras la reanudación, el jugador que el 27 de septiembre cumplirá 40 años, saltó al campo y marcó el tanto de la victoria por 3-2.
Aunque la Roma se adelantó muy pronto por medio de Salah, luego el equipo genovés, que llegaba con dos victorias en las dos primeras jornadas, remontó el partido con los goles de Muriel y Quagliarella, cuando el agua ya empezaba a caer de forma importante.
Debido a la incesante lluvia el descanso se prolongó durante más de una hora y en ese tiempo Spalletti pudo reestructurar el equipo con la entrada de Totti y Dzeko en lugar de El Shaarawy y Perotti.
El técnico italiano acertó de lleno con los cambios por que el bosnio empató el choque a la hora de juego y luego, de forma agónica, con el tiempo cumplido, Totti hizo estallar a los aficionados que vivieron el mejor final posible de una larga tarde en la grada.
Totti hizo su primer tanto con la Roma en 1994 y desde entonces no ha faltado a su cita con el gol en cada campaña de Serie A. Nada más saltar al campo ya había igualado un récord de Maldini al disputar su vigesimoquinta temporada como profesional. Cifras que parecen imposibles.
No obstante, el eterno capitán ya finalizó la pasada temporada a gran nivel, con cuatro goles en el tramo final, entre los meses de abril y mayo. Totti se desenvuelve bien en su papel de revulsivo y calidad técnica y de golpeo se mantiene intacta, algo que la Roma aún puede aprovechar para obtener puntos importantes como estos tres ante la Sampdoria.
Totti regala su camiseta a un niño al final del partido
‘Il Capitano’ al final del encuentro regaló su camiseta a un joven aficionado romano, quien no dudó un instante en lucir con gran orgullo el que probablemente era el regalo más valioso de su vida en aquel momento.
