El Madrid gana al Córdoba en un partido pobre

La pobreza del partido del Real Madrid ante el Córdoba, un recién ascendido, se resume en estos dos detalles: de los tres cambios que hizo dos fueron defensivos y uno de ellos casi sonrojante para un equipo de este perfil. Quitar a Benzema para poner a Khedira después de cambiar a Carvajal por un desconocido Arbeloa es una declaraciones de intenciones que se justifica para sumar los tres puntos pero que levanta ampollas en un club acostumbrado a otros tipo de espectáculos. Prima atacar antes que defender.

Y eso no sucedió. El Madrid fue una caricatura de equipo. Sin ideas, sin fluidez en el juego, largo y partido, con una pizca de desgana en varios de sus futbolistas y con cierta falta de actitud en otros. Capítulo aparte para Cristiano Ronaldo. Cuando no está bien es transparente. Se convierte en jugador menor, intrascendente en lo que pasa en el terreno de juego y su equipo lo acusa. Cierto es que le hicieron un penalti en el minuto cinco, pero después pasó inadvertido hasta que enganchó un disparo desde la frontal y marcó el tanto de la tranquilidad. Evitó una pitada casi segura porque el público estaba de uñas con su equipo.

Antes, Benzema mantuvo a salvó al equipo de la quema. Su gol sirvió para acabar con una mala racha anotadora porque lo que se vio en el campo es para preocuparse. Se descosió el Madrid de tal modo que Ancelotti se vio en la obligación de modificar el dibujo clásico para acabar con cuatro centrocampistas y dos puntas. El Córdoba, por su parte, hizo su partido. Se aculó demasiado en la primera parte y entonces pasó un mal momento. Luego, cuando se vio con opciones no supo rematar ninguna de las llegadas.