La felicidad de Simone Zaza en seis frases
Las claves para entender por qué el delantero del Valencia CF consigue en una semana el doble de goles que en el último año
23 de febrero de 2017 Chema Mancha - Sportyou
«He pasado momentos muy duros»
Simone Zaza llegó a la zona mixta de Mestalla muy relajado. Gorra negra, chandal oficial y veinte kilos de presión que hace una semana. Si en el campo es como el nervio de un filete, al llegar a la ubicación de la prensa en el estadio con un golazo al Real Madrid en la mochila era un anuncio de tila.
El delantero acabó exhausto el partido, con un golpe en la tibie «muy fuerte», aunque es el primero en alistarse al siguiente choque, esta vez en Mendizorroza. Ha pasado un calvario y ahora pide más.
«Sí, lloré»
Lo reconoció con los micrófonos delante: «Se me pasaron todos los momentos malos que he vivido por la cabeza». Ocurrió tras marcarle al Athletic de Bilbao su anterior gol. Se quedó parado y parecía no celebrarlo cuando en realidad estaba llorando.
Simone Zaza había marcado sólo un gol (en partido oficial) en el último año. Fue el 1 de mayo al Carpi, con la Juventus. En verano se fue cedido al Wets Ham y no rascó ni uno. Ahora en una semana lleva dos.
«El ambiente fue increíble»
La cara le cambió al italiano al ser preguntado por lo vivido en la grada contra el Real Madrid. Zaza alucinó. «De verdad, increíble. ?Se dice así? La afición ha ayudado todo el partido».
A Zaza se le nota que va a conectar con Mestalla a poco que le vayan bien las cosas. Con el balón en juego se le vio dirigirse a la grada y hacer varios ‘Cholos’, o ‘Kilys’ en versión blanquinegra. De hecho a veces parecía él el conductor de la Curva Nord, a quien pidió ánimo con los dos brazos y gesto de rabia y a la vez pidió calma si el partido lo requería.
«Tengo confianza»
Se le nota. El golazo contra el Madrid es en un ochenta por cien obra de su cabeza. «Me salió bien»; Zaza tiró de modestia para analizarlo. Recibe de espaldas, Varane no le encima lo suficiente y define sin apensa girarse.
El gol que le marcó al Athletic le liberó y el que le metió a Keylor Navas es hijo de aquel. «Cuando jugué contra el Eibar hice mal partido», recuerda Zaza, que no olvida los malos momentos.
«Me gusta el lío»
Esta frase suya es de una entrevista de hace unas semanas al diario Levante EMV. «Me he habituado a jugar así: me involucro, corro, me gusta el lío. Quizá si no me comportase así, con esa capacidad de trabajo, no podría ser futbolista».
Juega así. Le gusta bajar a defender, correr de más. Eso le desgasta pero también enchufa a la grada. «Es un jugador con carácter y aquí hacen falta jugadores con carácter», argumentó su primer valedor en el club, Cesare Prandelli.
«Soy feliz con mar y sol»
«Todos me dijeron que Valencia era un sitio maravilloso. Y es verdad. Se parece a Italia. A mí me haces feliz teniendo mar y sol. No necesito nada más», decía Zaza a La Gazzetta dello Sport a propósito de sus primeras semanas en el Valencia. Y da una idea de cómo funciona su cabeza y lo mal que lo pudo pasar en Londres.
En Inglaterra perdió sus hábitos de entrenamiento y alimenticios. Acabó muy tocado. «Quizás, en Londres me comí demasiado la cabeza. Dejar el West Ham fue como aceptar la derrota y eso me martiriza»
