Sainz, la reivindicación necesaria

Carlos Sainz logró en Silverstone una victoria de prestigio, de las que sirven para callar bocas y hacer afición. El madrileño se encontró con la fortuna que le había faltado en otros Grandes Premios y supo cómo gestionarlo a la perfección.

En buena parte de esa gestión se reivindicó también ante su propio equipo. Ese «Stop inventing» que le dedicó a su responsable de estrategia, Iñaki Rueda, cuando le ordenó ejercer de muro de contención para que ganara Charles Leclerc le acabó dando una victoria que no olvidará nunca… aunque le haya costado la paz en el equipo.

Habrá que ver si ahora que ha demostrado que también sabe ganar, el equipo Ferrari está a la altura de lo esperado, algo que solo el tiempo dirá. De momento, en un fin de semana que se les había puesto complicado, ha sido Sainz quien ha sacado las castañas del fuego. Porque Leclerc, por muy primer piloto que sea, no ha estado a la altura. Superado por Verstappen en carrera y por el propio Sainz, el monegasco tampoco tuvo la fortuna en ese coche de seguridad que hizo que perdiera la ventana de entrada en boxes a cambiar neumáticos. Así son las carreras y la suerte se fue al otro box.

Ahora que Sainz ya sabe lo que es ganar, necesita que esto no sea cosa de un día. Si aprende a gestionar la presión -con Verstappen falló, pero luego un oportuno problema en el Red Bull le benefició-, quizá no sea tan descartable que luche para cosas más grandes.