Volvió el Madrid… y Cristiano Ronaldo

Imparable. Espectacular. Impecable. Espléndido… Se agotan los calificativos para adornar el triunfo del Real Madrid sobre un Sevilla desconocido (5-0). Los blancos se transformaron en un equipo solidario en el trabajo defensivo y eléctricos a la hora de mover el balón y montar el contragolpe. Un triunfo contundente para recobrar la confianza y la autoestima.

Había mucha expectación por ver al Real Madrid ante un rival de entidad después de todo lo acontecido en las semanas previas y con equipo casi de circunstancias con motivo de las bajas en la línea de atrás y en el medio centro. No preciso esperar mucho tiempo para saber cómo venía la tarde.

Plácida para el Madrid y escabrosa para el Sevilla. A los dos minutos, Nacho ya había marcado el primer tanto a la salida de un córner en un error de los sevillanos. Parecía que el rival había llegado tarde porque después se hizo con el dominio del balón y manejó el desarrollo del juego con Pizarro y Banega pero sin crear ocasiones de gol.

Un hándicap que penaliza mucho en el Bernabéu. En el Real Madrid corrieron todos y lo notó todo el equipo. Ese espíritu colectivo se convirtió en un ciclón y los goles fueron cayendo uno tras otro como cuchillo que entra en la mantequilla. El Sevilla se perdió en el toque y se olvidó del orden y de la presión. El marcador lo dice todo antes del descanso, 5-0 con doblete de Cristiano Ronaldo, uno de penalti, y con un público muy jovial con el regreso de los goles al Bernabéu.

La conexión Kroos-Asensio-Cristiano Ronaldo fue letal. Y eso que el alemán era el teórico medio centro. Del Sevilla poco se puede decir, salvo que se convirtió en un muñeco de trapo en manos de una fiera despiadada.

La penitencia para el Sevilla estaba en el mero hecho de tener que disputar la segunda parte con un marcador tan adverso. Para el Madrid ya estaba hecho el trabajo aunque quedaba un pequeño fleco porque Karim Benzema estaba en blanco pese a la goleada. Este tramo del choque también sirvió para que Zidane diese minutos a Marcos Llorente y Ceballos o para que Cristiano Ronaldo descansase unos minutos y se llevase la ovación del público en el cambio.