Mourinho y doña Rogelia

La jornada del domingo no ha alejado de los focos a José Mourinho; al contrario, los diarios del lunes siguen analizando la complicada situación del Real Madrid en la Liga (a once puntos del Barcelona) y el mal juego de su arranque de temporada, con especial atención al entrenador y manager, José Mourinho. Según ‘As’, […]
26 de noviembre de 2012 - Sportyou
La jornada del domingo no ha alejado de los focos a José Mourinho; al contrario, los diarios del lunes siguen analizando la complicada situación del Real Madrid en la Liga (a once puntos del Barcelona) y el mal juego de su arranque de temporada, con especial atención al entrenador y manager, José Mourinho. Según ‘As’, el portugués está dando largas a la hora de planificar la próxima temporada, una tarea que en los dos años precedentes ya estaba llevando a cabo por estas fechas pese a los rumores que periódicamente le colocan fuera del club. «A pesar de que Mourinho tiene contrato con el Madrid hasta el 30 de junio de 2016, la cúpula madridista está con la mosca detrás de la oreja. El motivo es que la temporada pasada, a finales de diciembre, ya había facilitado a la plantilla la información de cómo iba a ser la pretemporada de este curso. Sin embargo, ahora parece no tener ninguna prisa», informa Manu Sainz.
En el mismo diario, Alfredo Relaño enumera los tres problemas que a su juicio tiene el Real Madrid: el Barcelona, el Atlético y «su propio desarreglo»; este según Relaño es el peor, ya que «avanza a una velocidad galopante. Se desune por dentro, aumenta los enemigos fuera, empiezan a menudearle los malos resultados. Y lo peor de todo es que no lo quiere reconocer»: «Transita por el fútbol rodeado de ruido y de furia, lo contrario que el Barça, que parece espolvorear azúcar por donde va».
Bajo el título «Mourinho contra el mundo», el diario ‘Marca’ repasa los ataques más sonados del técnico, especialmente tras un mal resultado, en sus dos años y medio al frente del Real Madrid: árbitros, el calendario, el Bernabéu, el césped, la ausencia de fichajes, la prensa, los rivales, Toril y la cantera, su plantilla, su propio club… El subdirector del periódico, Carlos Carpio, asegura que Mourinho está «empeñado en que se hable de los agravios del calendario o el poco apoyo del Bernabéu en vez de analizar el fútbol ramplón de un equipo que, con una plantilla colosal, lo fía todo a su pegada y al contragolpe, dado que la intensidad de la pasada temporada ya sólo aparece en contadas ocasiones».
Aún más crítico se muestra otro columnista de ‘Marca’, Roberto Palomar: «El sábado concluyó una serie calamitosa de comparecencias públicas que arrancó el miércoles con el chisme de la placa inexistente entregada por la UEFA y que culminó en Sevilla hablando de Stepanek y de lo solito y abandonado que se siente. […] Manifestar su soledad y acaparar el papel de malo y mártir del madridismo es increíble. Sobre todo, después de cargarse al rey de los portavoces -Valdano- y tras poner el club a su disposición los guiñoles de Pardeza, Butragueño y Karanka. Si lo que pretende Mourinho es que Florentino se siente en sus rodillas y manejarlo como Mari Carmen maneja a Doña Rogelia, va dado. Se supone que al presidente, en pleno desconcierto, aún le queda un ápice de dignidad».
«La maniobra de distracción de Mourinho en la derrota, recurriendo a un supuesto agravio del calendario es un recurso sin credibilidad», apunta en ‘As’ Pedro Pablo San Martín. «Mou se da un tiro en el pie cuando se excusa en el calendario. La cortina de humo que lanzó poniendo en un compromiso al club le deja en mal lugar y tampoco se lo solucionaría Fernando Hierro, al que quiere fichar para meterle en estos líos y en politiquear con los árbitros. No, míster, el problema básico de la derrota es otro».
Citando fuentes del entorno de Gestifute, la empresa que dirige Jorge Mendes, Diego Torres asegura en ‘El País’ que Mourinho ha pedido a su agente «que le prepare una salida de emergencia, por si el Madrid no le concede todo el poder que exige».
Asimismo, Torres transcribe una conversación entre dos jugadores del Real Madrid, presuntamente antes del partido contra el Real Betis: “¿Por qué crees que Mourinho cambia tanto de país? ¡Porque su forma de jugar es muy simple y a los dos años le cogen el truco!”. El redactor añade una apreciación cuando asegura que «la actitud retadora de Mourinho supera todos los precedentes»: «Últimamente, el clima está espeso. Hay días que no dirige la palabra a los jugadores, como si estuviera harto de ellos. La última novedad es que ahora le acompaña Cristiano, que hace los mismos gestos, repite las mismas miradas altivas, como si ambos participasen de una coreografía de danza vanguardista sobre la indignación».
En ‘El Mundo’, David Gistau presta atención al papel de Florentino Pérez: «El periodismo le ha hecho llegar últimamente un mensaje explícito: extirpando a Mourinho, acaba la tensión. No menciona el periodismo que es, en gran medida, el creador de esa misma tensión contra la cual propone una solución, igual que los gangsters son el peligro contra el cual ofrecen protección al tendero». Según Gistau, «no es posible negar que este tercer año de Mourinho esboza ya un soberano fracaso deportivo contra el cual no parece quedar ya otra opción que la agónica de la Champions».