Mou y la esperanza de la cantera

Hacía mucho tiempo que el aficionado del Real Madrid no disfrutaba tanto de la posibilidad de que un jugador de la cantera formara parte del primer equipo.

Un halo de esperanza sobrevoló el estadio cuando, en el minuto 32 de la segunda parte en el partido frente al Deportivo, saltó al terreno de juego un chaval de 20 años, alto, delgado, rápido y de Boadilla: Juan Carlos Pérez López.

Con un desparpajo que recordaba los momentos en que Raúl o Butragueño saltaron por primera vez al campo, este chico se movió, buscó el balón, arriesgó, acertó y falló, pero sobre todo nunca se escondió en un estadio mojado, frente a un equipo herido y acompañado de los mejores jugadores del mundo.

La filosofía de buscar a los galácticos como Cristiano Ronaldo o Kaka y a los mejores jugadores españoles, como Xabi Alonso y Sergio Ramos debe ir acompañada de un porcentaje suficiente de jugadores salidos de la cantera con los que la afición blanca se siente directamente identificada; jugadores que no hayan vestido otra camiseta, que sientan los colores en un deporte cada vez más profesionalizado.

Independientemente de que Pérez López llegue a ser un jugador de la primera plantilla o no, los madridistas esperan impacientes que surja nuevamente ese referente en el terreno de juego que nos recuerde que en Boadilla, Parla o Congosto hay jugadores del mismo nivel que los jugadores de La Masía, o mejores.