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2 de abril de 2023 2/04/23

Pilotos

El día que Juan Pablo II intercedió por Kubica en Canadá

El piloto polaco sufrió en 2007 uno de los peores accidentes de la historia reciente de la Fórmula 1, e incluso el Vaticano abrió una investigación sobre el "milagro"


10 de junio de 2016 Revista del Motor - Sportyou

En el Gran Premio de Canadá de 2007, Robert Kubica sufrió un gravísimo accidente en la vuelta 27. Realizó una mala maniobra al golpear el Toyota de Jarno Trulli. Se salió a la hierba y por un bache, el morro del coche se levantó perdiendo el control. Impactó contra el muro a una velocidad de 230 km/h, dando varias vueltas de campana. El coche quedó totalmente destrozado, incluso los pies del piloto podían verse por la parte delantera. Pese a la brutalidad del accidente, Kubica salió ileso del accidente. Tan solo sufrió unas magulladuras en los tobillos.

Cuando la FIA publicó los escalofriantes datos del accidente, mucha gente se sorprendió. Ni los propios técnicos se explicaban como había salido prácticamente ileso. El Hans tuvo que soportar una fuerza de más de 75G, cuando tan solo estaba preparado para soportar 45 G. Quizás un poder divino cuidó del piloto polaco, declarado católico practicante. Siempre llevaba una imagen de su compatriota, el Papa Juan Pablo II. En ese momento, el Vaticano decidió abrir una investigación por el posible «milagro» en el que podría haber obrado el mismo Papa.

¿El milagro de Robert Kubica?

Se barajó incluso que el piloto tuviese que ir a declarar en la investigación. Pero para los expertos del automovilismo, lo que salvó la vida del piloto fue el Hans que le estabilizó la cabeza y el cuello durante el accidente. Si el accidente hubiese ocurrido unos años antes, con toda probabilidad el piloto habría perdido la vida, por mucha estampa del Papa que llevase en su casco. Kubica solo estuvo de baja durante el Gran Premio de Estados Unidos, en el que debutó un joven piloto de pruebas llamado Sebastian Vettel. Pero eso es otra historia.

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