Michael Phelps se retira… ¿irá en serio esta vez?

Como después de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, su amigo y rival Ryan Lochte no tiene claro que el 'tiburón' no vaya a volver a zambullirse
13 de agosto de 2016 - Sportyou
Antes de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Michael Phelps anunció que aquella sería su última zambullida. Parecía que el mejor nadador de todos los tiempos se retiraba en lo más alto, dispuesto a no manchar su leyenda -si tal cosa es posible- con resultados que no estuvieran a la altura. Al reconsiderar su decisión y presentarse en Río 2016, Phelps asumía ese riesgo, y no ha hecho más que agigantar aún más su leyenda. En la piscina brasileña ha sumado cinco medallas más (cuatro de oro y una de plata) y vuelve a anunciar que lo deja. «No, no voy a seguir cuatro años más. Estoy preparado para retirarme. Y estoy feliz», dijo tras su segundo puesto compartido en los 100m mariposa.
¿Hay que creer esta vez a Phelps cuando dice que se retira? La lógica indica que sí, pero la lógica no es precisamente lo que más ayuda a comprender su carrera, iniciada en Sydney 2000, cuando acabó quinto en su primera final olímpica, con sólo 15 años. Tras cuatro Juegos Olímpicos siendo el indiscutible rey de la piscina (ocho medallas en Atenas 2004, ocho, todas de oro, en Pekín 2008, y seis más en Londres), Tokio 2020 queda demasiado lejos. Cuando la llama olímpica ilumine la capital japonesa, Phelps habrá cumplido 35 años. Sin embargo, una de las personas que mejor le conocen, su amigo y rival Ryan Lochte, no cree que lo vaya a dejar así como así: «Creo que Michael va a volver», comenta. «Dijo que se retiraría después de Londres y yo fui la única persona que comentó que volvería. Después de Londres 2012, Michael hizo un paréntesis, se tomó un año o dos de descanso y muchas cosas ocurrieron en su vida que le cambiaron. Ese descanso le ayudó porque ha vuelto con más ilusión y fuerza».
Phelps como inspiración
Según Lochte, Phelps siempre quiere «superar sus límites»: «Cuando estamos en estos escenarios nos encanta la emoción, el reto». Y él desea que siga, no sólo porque el equipo estadounidense le necesita para seguir sumando éxitos, sino por su inspiración y competencia para otros nadadores, que tratan de superarse a sí mismos para poder superarle a él. Por ejemplo, Joseph Schooling, que hace ocho años le pedía autógrafos y este viernes le batió en la final del 100m mariposa. Al acabar la carrera, dijo a su ídolo: «¿Por qué no sigues cuatro años más y volvemos a correr en Tokio?». A lo que Phelps respondió: «¡De ninguna manera! ¡Eso no va a ocurrir!”