Opinión
Messi. Quiere irse y desea volver
- 28 de diciembre
de 2020 -
- Manolo Oliveros
Así de claro. Al menos a 18 de Diciembre, que es cuando se grabó la charla de Évole con Leo. Para mí, ésa es la conclusión que saco de esa entrevista, que, desde la debilidad del admirador, le hace Évole a Messi.
Era muy improbable que Leo desvelara, sin tapujos, su futuro y así ha sido. Y lanza una hipótesis muy cercana a la realidad que en su momento puede producirse, pero todavía deja la «obligación» al próximo Presidente del Barça, para convencerle que se quede. Y Leo juega con éso. Sigue teniendo en sus manos, como no puede ser de otra manera, la última palabra sobre el futuro de su vida.
Algún día, algún otro periodista, que elegirá el propio Leo, de acuerdo con sus asesores en comunicación, tendrá el «privilegio» de ser el portador de la noticia, sobre el futuro inmediato del futbolista. Y atrás quedará esa charla con Évole, de la que se desprende lo difícil que es para un periodista hacer una entrevista a alguien al que admira.
Évole puede presumir de haber tenido una larga conversación con Leo, en su propia casa. Le ha podido firmar la camiseta, por cierto era la de color negro, ¿no?, para su hijo Diego, pero él sabe que, como periodista, ha hecho mejores entrevistas, desde la libertad de no deberle nada a su interlocutor. A Messi sí, a Messi le debe mucho, muchos años de felicidad, de idolatría, de admiración, y así es muy difícil ejercer de periodista. Es más, Messi seguramente no se hubiera expuesto a un periodista que vaya a preguntar sin cortarse. No le conviene. Y es que en esto, como en muchas cosas, es un juego de intereses. Son las reglas del juego.