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29 de septiembre de 2023 29/09/23

Tenis

Un Montecarlo plagado de bajas

La primera gran cita de la gira de tierra, todo un festival de ausencias. El Masters 1000 de Montecarlo, el primero de los tres eventos de tal categoría que se celebran sobre polvo de ladrillo, presenta un parte de ausencias de auténtica impresión. El único torneo de los que reparten un millar de puntos no […]


8 de abril de 2015 TENNISTOPIC - Sportyou

Andy Murray

La primera gran cita de la gira de tierra, todo un festival de ausencias. El Masters 1000 de Montecarlo, el primero de los tres eventos de tal categoría que se celebran sobre polvo de ladrillo, presenta un parte de ausencias de auténtica impresión. El único torneo de los que reparten un millar de puntos no obligatorio para las mejores raquetas tiene en 2015 unas grietas más que importantes a nivel de participación.

Hay numerosas bajas de consideración, que pueden influir de manera directa en la configuración del cuadro. Perfiles como el escocés Andy Murray, número 3 mundial, o el japonés Kei Nishikori, situado en el cuarto peldaño, han confirmado su no participación. La consecuencia directa es evidente: Rafael Nadal, número 5 ATP a día de hoy, se garantizará evitar un choque ante Roger Federer o Novak Djokovic hasta la ronda semifinal, en lugar de tener un posible horizonte en los cuartos de final ante uno de ellos.

Otras bajas de consideración vendrán encarnadas por raquetas como Richard Gasquet, que sigue arrastrando dolencias en la espalda; Juan Martín del Potro, en su voluntad por no cargar demasiado el calendario a una muñeca todavía tierna; Santiago Giraldo, vigente finalista en el Conde de Godó; o Leonardo Mayer, todo un especialista en polvo de ladrillo y el argentino más destacado en las listas oficiales. Perfiles de la talla de Feliciano López o Gael Monfils también acuden al parte de ausencias.

En un evento histórico, que se celebra en un club, a orillas del mar mediterráneo, suele tener Rafael Nadal una de las principales plataformas de lanzamiento en su camino hacia Roland Garros. Un torneo donde se siente cómodo por el carácter histórico y familiar que lo envuelve. El mallorquín dominó de forma ininterrumpida entre 2005 y 2012 la cita, pero ha sido incapaz de vencer sobre sus pistas durante los últimos dos años.

Puede ser una primera gran prueba de fuego para Rafael Nadal, apartado de la corona en 2013 por el serbio Novak Djokovic y frenado en cuartos de final la temporada pasada por David Ferrer. Montecarlo ha sido durante años sinónimo de dominio balear. En un mar removido, con una montaña de ausencias como escenario, una puerta abierta al acelerón del balear.

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