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25 de marzo de 2023 25/03/23

Ligue1

Balotelli, loco… pero de remate

Mario Balotelli, delantero del Niza

El atacante italiano recupera su mejor versión, se reencuentra con el gol, y aúpa al Niza al liderato de la clasificación en la Ligue 1


14 de octubre de 2016 David de la Peña - Sportyou

Parecía un partido intrascendente, pero acabó llenando páginas y páginas de los diarios deportivos italianos. El Inter le ganó 4-1 a la Reggina. En aquel duelo de los octavos de final de la Copa de Italia 2007/2008 debutó como titular un joven muchacho de origen africano, que marcó un doblete, y dejó detalles de enorme calidad. Mario Balotelli ya había debutado en partido oficial tres días antes y, con sólo 17 años, se confirmaba como una de las grandes promesas no sólo del Inter, sino de todo el país.

Roberto Mancini fue el primero que confió en él, pero ni él primero ni Jose Mourinho después lograron conducir los primeros pasos de su carrera por el camino adecuado. Vivió una infancia muy complicada, tras ser adoptado con sólo tres años por la familia Balotelli después de que sus padres, inmigrantes ghaneses en Italia, no pudieran hacerse cargo de él. Un camino tan difícil definió su personalidad, hasta el punto de dibujar un currículum lleno de situaciones dantescas.

Balotelli, un carácter que ha mermado un enorme potencial

Mancini, su mentor, salió del Inter al final de la temporada de su debut. Mourinho, que ocupó su lugar, no consiguió encauzarle. En 2014 a contó Pedro Pinto, de la CNN, sus sensaciones tras dos años entrenando a Balotelli: “Podría escribir un libro de 200 páginas sobre mis dos temporadas con Balotelli en Milán. Y no sería un drama, sería una comedia”, dijo el portugués. “Recuerdo una vez en Kazán, en un partido de Liga de Campeones. Teníamos a todos nuestros delanteros lesionados. Balotelli fue titular, y le sacaron una amarilla en la primera parte. Pasé 14 de los 15 minutos del descanso hablando con él: ‘Mario, no tengo cambios, no puedo sustituirte, no tengo delanteros en el banquillo. No golpees a nadie. Juega sólo con el balón, cuando pierdas el balón, no reacciones; si alguien te provoca, no reacciones; si el árbitro se equivoca, no reacciones. Y nada más empezar el segundo tiempo: tarjeta roja”, recordaba entre risas.

La anécdota, aunque graciosa, explica bien lo complicado que ha sido para sus preparadores poder centrarle. Mourinho tenía claro que entre sus manos tenía un diamante en bruto, pero no logró exprimir su potencial. La relación entre ambos terminó de enquistarse cuando Balotelli, en marzo de 2010, se puso una camiseta del Milan, eterno rival del Inter, confirmando que su corazón era rossonero.

‘¿Por qué siempre yo?’

Mancini firmó por el Manchester City en 2009, y una temporada después tomó la arriesgada decisión de confiar enBalotelli para su proyecto. En su etapa en Inglaterra, las extravagancias se multiplicaron. Lanzar dardos a los jugadores del equipo juvenil, hacer arder su casa después de lanzar fuegos artificiales en su cuarto de baño, llevar 25.000 libras encima tras ser parado por la policía, o tener que recoger su coche del depósito en más de 30 ocasiones después de llevárselo la grúa son algunas de sus vivencias en Manchester.

‘Cansado’ de ser, según su punto de vista, un ‘saco de boxeo’ para la prensa inglesa, enseñó tras marcar un gol frente al Manchester United en octubre de 2011 una camiseta que decía: «¿Por qué siempre yo?» Su actitud –muchos recuerdan cómo en la pretemporada de 2011, en un partido frente a Los Angeles Galaxy, intentó un absurdo remate de tacón en una acción de uno contra uno, que provocó un tremendo enfado de Mancini, que le sustituyó de inmediato-, provocó que el futbolista, finalmente, saliese con mucha más pena que gloria de la disciplina del Manchester City.

El AC Milan, un oasis en el desierto

La escapatoria fue volver a Italia en el mercado invernal de la temporada 2012/2013, y esos seis meses en el AC Milan -el supuesto club de su corazón- resultaron un parentésis en una carrera que iba de decepción en decepción. Balotelli marcó 12 goles 13 partidos, fue decisivo en la clasificación del equipo para la Liga de Campeones, y de una vez por todas, parecía haber encontrado su lugar en el mundo.

Pero nada más lejos de la realidad. Después de jugar una siguiente temporada que, aunque no fue tan exitosa, sí le permitió tener continuidad en las alineaciones, decidió regresar a la Premier League. El Liverpool decidió entonces apostar por él como sustituto de Luis Suárez, pero la decepción fue mayúscula. Un sólo gol en dos temporadas de Premier League, una cesión -mucho más decepcionante que su primer paso- al AC Milan, y un enfrentamiento con Jürgen Klopp, que terminó con sus huesos en la Costa Azul, en uno de los fichajes más sorprendentes del pasado mercado de fichajes.

Niza, ¿su última oportunidad?

Sus primeras semanas en el Niza están siendo realmente positivas. Ha jugado 3 partidos de Ligue 1, en los que ha marcado 5 goles, y sin lugar a duda ha caído de pie en el equipo entrenado por Lucien Favre. Balotelli ha llegado a un lugar en el que es indiscutible, con una afición que le ha idolatrado desde el primer momento, y que además ha vivido un precedente muy parecido el curso pasado: Ben Arfa.

El atacante francés parecía totalmente perdido para la causa, después de haber llamado muchísimo la atención en sus primeros años con el Olympique de Lyon. Sin embargo su llegada al Niza, bajo las órdenes de Claude Puel, le volvió a catapultar al primer nivel, siendo fichado este verano por el PSG. Balotelli ha dicho recientemente que “aún está a tiempo de ganar el Balón de Oro”. Potencial en su día no le faltaba, y ahora tiene la oportunidad, alejado del primer nivel de presión, de recuperar las sensaciones que un día le llevaron a ser considerado un futuro crack mundial.

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