Marcelo Díaz, cerebro chileno para Berizzo

El centrocampista chileno Marcelo Díaz aterrizó ayer en Vigo para cerrar su fichaje por el Celta, incorporación que se hará oficial de manera inminente, como ha indicado el propio club gallego en su página web. Consigue paliar de esta forma Eduardo Berizzo la salida de una pieza absolutamente clave como Augusto Fernández, que este mismo mercado de invierno ha firmado por el Club Atlético de Madrid. Díaz sufrió una lesión el pasado mes de diciembre que le ha tenido inactivo en las últimas semanas, aunque debería de estar disponible para ser seleccionado por el cuerpo técnico vigués a comienzos del mes de febrero.

El internacional chileno Marcelo Díaz llega a Vigo para cerrar su fichaje por el #RCCV–> https://t.co/begCCA60rt pic.twitter.com/3aB2M1BaqU

— RC Celta de Vigo (@rccelta_oficial) enero 14, 2016

Al igual que Augusto Fernández en su día, Díaz ha ido reconvirtiendo su juego para poder ocupar la posición de mediocentro. Si el hoy jugador rojiblanco comenzó su carrera como extremo derecho, el reciente fichaje celtiña también mostró diferentes versiones, hasta que Jorge Sampaoli terminó de ubicarle de forma definitiva por delante de la defensa, convirtiéndose en una de las piezas más importantes de la Universidad de Chile campeona de la Copa Sudamericana en 2011. Aquel equipo despertó la admiración de todo el mundo, no solo por el hecho de lograr títulos a nivel nacional e internacional, si no por su fútbol dinámico, ofensivo y por momentos, realmente vistoso.

Aquella Universidad de Chile tenía conceptos muy similares a los que enseñó la selección chilena campeona de América el pasado verano, como no podía ser de otra manera teniendo en cuenta que las ideas de Jorge Sampaoli están bastante definidas y en algunos casos son poco negociables, y él estuvo en el banquillo en ambos casos. Tanto un equipo como otro tenían como premisa principal una salida aseada de balón desde la zaga, y ahí Marcelo Díaz tuvo un papel preponderante. Con defensas de tres o cuatro hombres, la intención de Sampaoli siempre fue la de darle el mayor espacio posible para que él pudiera armar el juego desde su base. Este fue su principal aprendizaje con el técnico argentino en el banquillo: se transformó en uno de los mejores cerebros del fútbol sudamericano.

No logró alcanzar un estatus ni siquiera cercano en el fútbol europeo, ni tras su llegada al Basilea, donde fue utilizado principalmente como mediapunta, en un rol bastante diferente, más relacionado con acabar las jugadas y no con iniciarlas, ni en el Hamburgo, donde se encontró, primero, con un club en una situación institucional bastante caótica, y segundo, con un fútbol mucho más enfocado a las transiciones y al frenetismo, algo que por lo general penalizó su estilo de juego, dejando un recuerdo relativamente negativo a pesar de su trascendental gol en la última promoción de descenso en la Bundesliga, tanto que fue clave para la posterior permanencia del club hanseático. Lo cierto es que su paso por Europa no es demasiado alentador a nivel de rendimiento, pero hay algunos argumentos que hacen creer en el acierto del Celta con su incorporación.

Marcelo Díaz en el Celta de Berizzo

En primer lugar, el triángulo Bielsa – Sampaoli – Berizzo hace pensar en que el futbolista se encontrará con una metodología de trabajo, en muchos casos, similar a la que vivió cuando mostró su mejor versión. En segundo lugar -y probablemente lo más importante- algunos conceptos clave del juego de Eduardo Berizzo parecen casar plenamente con su estilo. Es de esperar que Berizzo utilice a Díaz como centrocampista más retrasado, y la enorme movilidad de los hombres que juegan por delante –Orellana, Nolito, Wass, Iago Aspas– multiplicarán sus opciones de pase, donde tiene un talento enorme para colar envíos a la espalda de los centrocampistas rivales. Además, los sistemas defensivos agresivos de Berizzo también tienen semejanzas con algunas ideas de Sampaoli en términos de presión y en momentos puntuales, de marcas. En definitiva, y a pesar de que el periplo europeo de Díaz es más bien negativo, da la sensación de que la dirección deportiva del Celta ha vuelto a echar el anzuelo en lugar adecuado. El tiempo dirá.