Marcello Lippi, una comprensible decepción

Marcello Lippi llegó en octubre del año pasado a conducir los hilos de la Selección de China y tratar de darle un cambio de perfil a lo que venía mostrando el equipo con Gao Hongbo. El italiano recibió un equipo que dejaba mucho que desear en materia futbolística y que en el camino a la eliminatoria tenia un paso complicado por los malos resultados que había sacado en los diferentes juegos.

El primer partido que tuvo el combinado escarlata bajo la batuta de Lippi fue el 15 de noviembre de 2016, juego por eliminatorias y en el que sacó un empate 0-0 frente a Qatar. De ahí se vinieron seis partidos más,contando eliminatorias y amistosos, en los que el equipo registró dos derrotas, tres victorias y un empate. Números que no son malos, sin embargo, no le bastaron para estar en una mejor posición.

En el momento, China es última del grupo A y en el que Irán ya alcanzó el cupo a Rusia. Para alcanzar el tercer puesto y disputar el repechaje, deberá ganar los dos partidos que faltan y que Siria y Qatar no superen a Uzbekistan. De darse esto, los Chinos también tendrán que mejorar su producción de goles, pues está en -4, mientras que los uzbekos, que son terceros, tienen la diferencia en cero.

El panorama, por ningún lado es fácil y llegar a ese tercer puesto es muy complicado. Pero lo cierto es que Marcello Lippi, desde los resultados, sí mejoró lo que había hecho su antecesor, pero la vida de la selección estaba en un estado crítico y que Siria se encargó de dejarla casi delirando, con el empate en el último minuto de juego.