Gigantesco David de Gea

El Manchester United se ha llevado los tres puntos del Emirates Stadium (1-3) en un emocionantísimo encuentro, que ha tenido ritmo y ocasiones de principio a fin, y en el que, a pesar de que ha habido varios nombres destacados, sin duda el que ha brillado por encima de todos ha sido David De Gea, que ha realizado varias intervenciones brillantes.

Mourinho, como suele ser habitual en encuentros contra rivales de gran entidad, ha buscado una adaptación, que le ha salido francamente bien en el tramo inicial de encuentro. El portugués ha salido con una defensa de cinco, con Matic por delante, Pogba y Lingard marcando muy de cerca a Xhaka y Ramsey, y dejando más descolgados a Martial y Lukaku.

La idea de Mou funcionó francamente bien, y en el minuto 11 ya iba ganando 0-2. Primero gracias a un robo de Valencia que él mismo definió con un disparo bajo las piernas de Cech, y después, con un fallo de Mustafi, robo de Lukaku y pase de éste a Martial, que le dio una asistencia de lujo a Lingard, que definió con maestría.

En esa acción, Mustafi se lesionó, y Wenger aprovechó para dar entrada a Iwobi, con lo que el plan ofensivo del equipo local comenzó a tener mejores alternativas. En la segunda parte del primer tiempo, el Arsenal comenzó a generar ocasiones con mucha frecuencia, pero alguna buena acción defensiva -una de Matic a Ramsey especialmente- y sobre todo, varias intervenciones de De Gea -sobre todo una a Lacazette- permitieron a los de Mourinho marcharse al descanso con ventaja de dos goles.

La segunda parte empezó movida, y nada más arrancar Alexis Sánchez encontró a Ramsey, que falló en el control pero tuvo la suerte de que Lacazette estaba muy cerca, y el francés se aprovechó y fusiló a De Gea. Lingard pudo ampliar la ventaja para el United poco después, pero su remate se marchó al palo y el Arsenal comenzó a poner cerco a la meta de los red devils.

Fue entonces cuando la gran figura del encuentro se hizo notar. De Gea hizo varias paradas sencillamente escandalosas, primero a Iwobi, después -la más sorprendente del encuentro- tras sacarle una mano a Lacazette y después, cuando ya estaba batido, a Alexis, y poco después al propio chileno, en un intento de éste desde fuera del área.

En el minuto 74, el Manchester United sentenció el partido, después de una brillante jugada de Paul Pogba, que le regaló el tanto a Lingard, que empujó en el segundo palo. La expulsión del francés, poco después, por un pisotón terrible a Bellerín, puso cierta incertidumbre en el tramo final, pero los de Mourinho defendieron bien y sacaron tres puntos de oro en su pelea por ganar la Premier League.