¡Maldita puntería!

Cuando no se puede, no se puede y además es imposible. Le viene como anillo al dedo al Atlético de Madrid esta expresión porque pese a jugar, quizás, el mejor partido de la temporada, no ha conseguido remachar la faena que podía haber sido redonda si la pelota hubiera entrado. El fútbol sigue demostrándonos que no es una ciencia exacta y que a veces es injusto, pero sobre todo lo es cuando acorralas al rival, pero te falla la puntería, la ¡maldita puntería!.

Viendo de dónde venía el Atlético de Madrid los aficionados se temían lo peor, pero frente al Manchester United dejaron muy buenas sensaciones aunque sigan sin la puntería necesaria para ganar partidos. Frente a los ingleses volvió el Atlético de Madrid de la garra, del corazón y de la brega constante hasta la extenuación. No se dejó la eliminatoria sentenciada o con la ventaja merecida, pero sí con percepciones esperanzadoras.

Es verdad que en Old Trafford se supone que Cristiano Ronaldo y los suyos serán más agresivos y más persistentes en el ataque, pero también el Atlético de Madrid de una vez por todas y por el trabajo que se les vio en el Metropolitano acertarán con las redes de la portería de David De Gea y regresarán al pasado manteniendo las de Oblak intactas en Manchester.

Visto el partido, la afición del Atlético de Madrid se habrá marchado triste por no ganar, pero muy contentos de la actitud de su equipo frente a todo un Manchester United que fue menos ogro, no porque jugarán peor y sí gracias al esfuerzo, dinamismo y trabajo de los del Cholo que minimizaron el temor de un equipo inglés que sólo puede ser temeroso para la vuelta si mejora, porque peor es complicado hacerlo.