Los universos paralelos de Ayza y Bartomeu

Cristiano Ronaldo se equivocó dos veces en Bilbao. Una, al responder a la provocación antideportiva de un rival que se pasó todo el encuentro dando patadas. Y otra, al agravar las consecuencias de ese acto con sus gestos al salir del campo, lo que le acarreará uno o dos partidos más de suspensión. Pero no nos equivoquemos: los villanos de esta historia son otros.

El primero, Carlos Gurpegui. No contento con iniciar la pelea con un empujón chulesco, finge ser agredido y se desmaya para engañar al árbitro. Salió de rositas a pesar de su macarrismo y su actuación cinematográfica. Y esto nos lleva al segundo villano de la historia: Ayza Gámez, que dejó sin castigo al verdadero culpable de la tángana.

EL árbitro se equivocó gravemente al expulsar a Cristiano Ronaldo, pero lo hizo más cuando sacó la roja sólo al portugués, y no a los otros dos jugadores que también agredieron. Él mismo dice en su acta que sacó la amarilla a Ander Iturraspe por «encararse con un contrario, empujándole de forma temeraria, estando el juego detenido». ¿Empujar de forma temeraria con el juego parado no es roja? Por cierto, en el universo paralelo de Ayza Gámez el juego también estaba detenido cuando Cristiano “golpea con la mano en la cara de un contrario”, cometiendo otro error más, pues el balón seguía en juego.

Eso sí, para universos paralelos los de la Junta del Barcelona y su nuevo presidente, Josep Maria Bartomeu. Hacía años que no veía retorcer la realidad con tantas mentiras y excusas de niño pequeño como en la famosa rueda de prensa en la que empezaron a ¿reconocer? el verdadero precio de Neymar. Eso sí, desde el punto de vista del Real Madrid, que sigan así: es una situación perfecta.

PD. Tendría que pasar un siglo de dominio Atlético para que el Real Madrid no sea favorito en un derbi.