Opinión
La Liga aburrida
- 24 de mayo
de 2015 -
- Ignacio de La Mata
Otra vez el bueno, el feo y el malo. El guión liguero acabó como termina una peli que ya has visto. La Liga sigue siendo una especulación de la emoción, una morralla de partidos que se hacen más largos que el final de Eurovisión. Cuando lo que importa es el resultado, el fútbol se convierte en accesorio. Lo diferencia la ponen los jugadores, no la cultura de equipo. Tenemos una Liga de individualidades, no de clubes. Al Barcelona le ha salvado la explosión tardía del tridente, mientras al Real Madrid le iba matando poco a poco lo innegociable. En eso se resume el año. Porque el peor mensaje que deja esta Liga es que, por muy mundanos que sean los grandes, los demás se mueven en tierra de nadie.
Ya puede el Barça incendiarse con problemas de vestuario, conflictos con la autoridad y debates deportivos. Ya puede el Madrid de los records devorarse a sí mismo, con sus crisis de juego, de identidad, valores y hasta de respeto por los ídolos. Nada. Ni el mejor Sevilla o Valencia les hacen sombra; y lamentablemente, parece que el Atlético de Madrid bastante tiene con lo suyo: celebrar el tercer puesto como se celebra la permanencia. Menos mal, que ya es de los grandes. El año pasado, milagro.
Se va así una Liga poco edificante, con muchas cosas para olvidar. Una Liga en la que dejamos que la violencia se colara en el fútbol, excusa para todo. Una Liga que deja retratados a los que manejan el tinglado y vuelve a demostrar que el sistema no funciona. La Liga sólo marca la diferencia entre mundo rico, mundo pobre. Le sobran los millones, pero le faltan balones para animar esto. Nos quedamos con un espejismo de competición donde sólo interesa especular, jugar con la polémica y hablar de si Messi o Cristiano. Con tan pocos buenos detalles, vamos a terminar recordando esta Liga como aquella en la que el fútbol español se despidió de ese grandísimo jugador llamado Xavi Hernández. Qué pena que él, sólo se despidiera del Barça.