Kepa, sí o no después del Clásico

El Real Madrid tiene previsto acometer el fichaje de Kepa Arrizabalaga una vez que el equipo haya disputado la Copa Mundial de Clubes y el último encuentro del campeonato de Liga de este 2017, frente al FC Barcelona el 23 de diciembre. A priori se trata de una operación sencilla, pero siempre que se respeten los intereses del jugador.

A día de hoy el panorama es el siguiente. El Real Madrid ya le ha hecho saber al entorno del jugador que quiere contar con él cuando se abra el mercado de invierno, el 1 de enero de 2018. Mientras, en el Athletic ya dan por perdido al futbolista, que ha rechazado la propuesta de ampliación y mejora de contrato, que expira el 30 de junio de 2018.

Así las cosas, el Athletic está atado de pies y de manos y todo depende de lo que decida el portero. Kepa sólo podrá abandonar el Athletic durante el mercado de invierno siempre que abone en la Liga de Fútbol Profesional los 20 millones de euros que figuran en su contrato como cláusula de rescisión. Se ha comentado en varios medios la opción de que el Madrid pagase una cantidad superior a esos 20 millones de euros para evitar una guerra institucional con el Athletic, pero en Bilbao no están dispuestos a sentarse a negociar con ningún club. Prefieren la foto del jugador, o un representante autorizado del mismo, acudiendo a la Liga como prueba ante sus socios de que el presidente, Josu Urrutia, se ha negado en rotundo a negociar con nadie.

Kepa Arrizabalaga llegaría a este extremo siempre y cuando la oferta del Real Madrid, en forma de contrato, sea satisfactoria. Los jugadores de la plantilla del Real Madrid están muy bien pagados y el portero quiere aprovechar el interés del club blanco para sacar el mayor rédito posible, tanto en temporadas como en salario. El jugador no tiene prisa por abandonar el Athletic y si no le convence la primera oferta del Madrid no sería nada extraño que acabase su contrato con el Athletic. Esto le garantizaría su continuidad como titular, siempre que el club no tome algún tipo de represalia -como sentarle en la grada-, a la vez que aumentarían sus opciones de acudir al Mundial de Rusia. No parece probable que siga ligado al club bilbaíno, pero no se puede descartar nada.