Opinión
La nostalgia, ese gran enemigo de la F1
- 17 de febrero
de 2017 -
- David Sánchez de Castro
El ‘hype’ creado por los nuevos Fórmula 1 ha llegado, en parte, por la necesidad de la afición de recuperar la ilusión. Tras unos años en los que las carreras eran demasiado previsibles, la FIA decidió darle una vuelta al reglamento para volver a los años 80 y 90, como si aquellos años fueran el epítome de la diversión. Qué error.
Como dicen en un anuncio de bollos llenos de colesterol y potencialmente más perjudiciales que el tabaco, la ‘sistalgia’ es algo que ha vuelto a nuestros días. Hay un local de copas cerca de mi casa, el ‘Suéltate el pelo’, decorado con elementos de nuestra infancia: un Espinete por aquí, unos vinilos de Alaska y sus Pegamoides por allá, capítulos del Equipo A en las televisiones… Porque los 80 y los 90 están de moda. Todo lo ‘millenial’ se escapa a nuestra comprensión, y tenemos que rememorar día sí y día también que hace 20 o 30 años se vivía mejor, el fútbol era más auténtico y las carreras de Fórmula 1 eran más competidas y hasta el sol brillaba de un color más chulo.
Quizá por eso la Fórmula 1 ha apostado por recuperar la apariencia de los años de Senna, Prost, Mansell y el Schumacher pre-Ferrari. No el de después, el que reinó durante cinco años vestido de rojo en Ferrari. ¿Ganará en espectáculo la F1? Eso pretenden. Paso por curva más rápidos, bólidos visualmente más atractivos (¿seguro?) y pilotos más ‘guays’. ¡Si hasta han aceptado reimplantar las suspensiones activas, uno de los elementos técnicos que más elevó las diferencias entre los equipos!
Voy a desmontar esta falacia y por eso propongo un juego. Elijan un Gran Premio disputado entre 1988 y 1999. Busquen el resultado de dicha carrera en, por no complicar mucho, la wikipedia (en inglés, a ser posible). Me juego mis chapas contra sus cromos a que en esa carrera hay no menos de 20 segundos entre el primero y el segundo, o entre el tercero y el cuarto. Yo mismo he hecho el experimento, sin ninguna preconcepción al respecto, con tres Grandes Premios.
– GP de Alemania de 1989. Doblete de McLaren-Honda, con Ayrton Senna primero y Alain Prost. El tercero fue Nigel Mansell, a casi minuto y medio. Doblados del cuarto hacia atrás.
– GP de España de 1996. Ganó Michael Schumacher, con 45 segundos de ventaja sobre Jean Alesi. Fue la primera victoria del ‘kaiser’ vestido de rojo, y sólo los tres primeros acabaron en la misma vuelta.
– GP de Hungría de 1999. Doblete de McLaren-Mercedes, con victoria de Mika Hakkinen seguido de David Coulthard a casi 10 segundos. Tercero fue Eddie Irvine a casi 20 segundos del escocés.
¿Carreras igualadas este año como en el pasado? No, gracias.