Fernando Alonso y un podio para recuperar la ilusión

El plan de Fernando Alonso para su vuelta a la Fórmula 1 era claro: adaptarse en 2021 y buscar el tercer título en 2022. Más fácil de decir que de hacer, pero después de lo logrado en Catar, pocos dudan de que es, al menos, factible.

No seré yo quien dé por hecho que Alonso va a ganar el Mundial en 2022, porque sería además de presuntuoso posiblemente muy arriesgado. No será fácil, ni mucho menos, pero tampoco lo era ganar las 24 horas de Le Mans dos veces, las de Daytona, disputar el Dakar, probar en Indianápolis, montar una escuela de karting y un Museo, fundar una empresa de ropa y todo eso en el periodo entre que se fue en 2018 y volvió en 2021.

Los siete años que han pasado desde el penúltimo podio de Alonso, el 97, y el último, el 98, han sido un suplicio para sus fans y un acicate diario para sus detractores. Esas risas burlonas hoy callan, después de que Alonso demostrase una capacidad de superación letal en todo el fin de semana en Catar: desde la clasificación, donde supo aprovechar el rebufo de Hamilton para clasificar 5º (que luego fue un 3º por ese caos llamado FIA, que deja como fiable el VAR en el fútbol), y por supuesto en carrera, donde supo cómo y cuándo debía apretar el ritmo para sostener el tercer puesto.

Quedan dos carreras para que acabe 2021, y el plan está más vivo que nunca. Alpine se despedirá de 2021 con, al menos, una victoria (la de Ocon en Hungría) y un tercer puesto de Alonso. Si esto no es para recuperar la ilusión de los que no creían en el proyecto…