España nos desinfla la ilusión

Los dos amistosos de la Selección de esta Semana Santa le habrán servido a Vicente Del Bosque para comprobar que, si hay algo mejor en nuestro fútbol, debe de estar oculto. Ninguno de los que jugaron frente a Italia (1-1) y Rumanía (0-0) son mejores que algunos ausentes. Bueno, ni mejores ni peores.

Para la Eurocopa de este verano, esperemos que nuestra Selección mejore. Porque, por lo visto, la ilusión se nos ha desinflado incluso a los más adeptos a España como yo. Confió siempre en el equipo de España pese al resultado del mundial de Brasil.

Frente a Italia el único que se reivindicó fue David De Gea con un partidazo que impidió la derrota de España. Aritz Aduriz, con su gol, colaboró a que el chaparrón de críticas amainara un poco. El delantero del Athletic Club cumplió haciendo lo que mejor sabe y por lo que le ha llamado Del Bosque. Pero salvo estos dos jugadores, ningún otro futbolista seleccionado nos ha dado esperanzas para pensar que en Francia podemos volver a ganar la Eurocopa.

A Del Bosque sólo le quedan tres pruebas para renovar la ilusión, pero ya será con los 23 jugadores que haya elegido para defender el título: contra Bosnia, Corea del Sur y Georgia. Y después de esos tres amistosos: ¡Alea jacta est! La gloria o el infierno, y a día de hoy nuestra Selección está más cerca de las llamas que abrasan la ilusión de la afición que de las glorias pasadas. No sólo en títulos, también en la esperanza de volver a jugar tal y como alcanzamos la admiración mundial.