Ensayo vacío de España ante Rumanía

Espana firmó ante Rumanía un decepcionante ensayo (0-0), que sirvió para poco más que procurar un nuevo récord al currículum de Iker Casillas. Nadie aprovechó el amistoso para reivindicarse. El equipo sigue plano de ideas, con muy poco picante y aún menos gol. Señales preocupantes por más que Del Bosque juntara en Cluj un once poco habitual; son los mismos defectos que viene apuntando la Selección en el último ciclo.

Sólo Piqué repitió en el once respecto al partido contra Italia. Junto al central del Barça, Del Bosque alineó a Casillas, Mario, Bartra, Jordi Alba, Koke, Sergi Roberto, Silva, Pedro, Nolito y Alcácer. Un equipo sin jugadores del Real Madrid.

Los primeros sustos los dio Rumanía, aprovechándose de los errores de España en la salida del balón, de los huecos dejados por los centrocampistas a su espalda y del despliegue físico de Popa.

La primera ocasión de España llegó de carambola: cabezazo de Piqué que golpeó en Bartra y envió Tatarusanu a córner. El meta rumano tuvo que emplearse acto seguido en otra intervención de mérito a remate de Pedro tras pared una con Silva.

En general, España tuvo más la pelota pero careció de ideas, en contraste con el juego rumano, mucho más directo y con las ideas claras: agresividad para recuperar, velocidad y bandas. Antes del descanso, Casillas fue puesto a prueba en dos disparos que solventó bien.

La segunda parte fue aún menos vistosa. Del Bosque dio entrada a Isco por Nolito tras el descanso, y con media hora por delante a Aduriz y Cesc en lugar de Alcácer y Sergi Roberto. Poco después, Pedro se retiró cojeando y fue sustituido por Mata. No cambió nada en lo sustancial. España siguió sin apenas hilvanar juego, y no digamos ya crear peligro, por más que el árbitro bien pudiera haber pitado un penalti a Cesc en los minutos finales. Una dinámica que no invita al optimismo a dos meses y medio de la Euro 2016.