Eriksson perdió la brújula del Shenzhen

Parece raro hablar del mal momento que vive el Shenzhen, que dirigía Sven-Goran Eriksson, si se tiene en cuenta que tuvo un arranque de temporada fulgurante y en el que acumuló cinco victorias consecutivas, demostrando un poderío ofensivo sin igual. Sin embargo, a partir de las sexta jornada, las cosas comenzaron a cambiar para el equipo de sueco.

El empate a domicilio ante el Zhejiang Yiteng marcó el comienzo de un camino tumultuoso y del que no parece reponerse el Zhenzhen. Pues tras ese juego, llegaron tres derrotas consecutivas en la League One, más uno de la FA Cup con el Hebei China Fortune.

Salir de la racha de derrotas costó, pero se sucedió una serie de empates, cuatro en total, que tienen al equipo en el cuarto lugar de la general con 20 unidades.

Así, el equipo completó dos meses sin victorias y por ello, los directivos decidieron dar de baja al técnico sueco y poner en su lugar a Wang Baoshan.

Sven-Goran Eriksson llegó en diciembre al equipo, reemplazando a Clarence Seedorf y con el único objetivo de ascender al club a la superliga. Todo parecía tener un paso tranquilo y sin contratiempo, pero algo sucedió en el andamiaje del equipo, que de a poco perdió la brújula.

Acaso, el único hombre que se salva de la pobre campaña que se cumple hasta ahora es Harold Preciado. El colombiano sigue vigente frente a las redes rivales y con 12 tantos en su haber, es el goleador del equipo y pelea por el botín del torneo.

Sven-Goran Eriksson llegó para alcanzar la gloria con el Shenzhen, pero fue despedido por la puerta trasera.