La emocionante despedida de Eli Pinedo

La jugadora estuvo acompañada por familiares y amigos, y arropada a través de un vídeo por todos aquellos que no pudieron estar presentes y que han influido a lo largo de su carrera
9 de septiembre de 2016 - Sportyou
Eli Pinedo se despidió del balonmano de la mejor manera posible: rodeada de su familia, de sus amigos y de casi todo el balonmano nacional, desde el seleccionador Jorge Dueñas hasta las jugadoras de clubes madrileños que se personaron allí. El resto de los ‘Hispanos’ y las ‘Guerreras’ mandó un vídeo que emocionó a la jugadora desde el primer momento, y que le arrancó alguna que otra risa, como cuando Julen Aguinagalde le decía que «mucho retirada, retirada, y es para ponerte la camiseta de la Real en Champions League».
Rota por la emoción arrancó su discurso. «Si por el cuerpo fuera, estaría ahora entrenándome. Pero la cabeza fue la que decidió hace tiempo que no podía seguir. Quería terminar al máximo nivel antes de que mi rendimiento bajara», confesó Pinedo que fue el motivo principal. Una decisión que sorprendió al seleccionador, y el que el propio presidente de la Federación, Francisco Blázquez, intentó que cambiara, como ha confesado en el acto de despedida.
«Muchas niñas se han enganchado al balonmano diciendo ‘yo quiero ser como Eli Pinedo», destacó en uno de los vídeos la presidenta de la Asociación de Jugadoras, Diana Box. Una frase que demuestra el significado que ha tenido Pinedo, no sólo para el balonmano, si no para todo el deporte femenino español después de 17 años en la élite.
Su decisión no la hizo pública hasta pasados los Juegos Olímpicos de Río, ya que no quería que las miradas estuvieran puestas en temas ajenos al juego de la selección: «Me negaba a estar preparando los Juegos y que se hablara de mi retirada. Es algo que bloqueé en mi mente para competir como debía. Hasta tres o cuatro horas después de finalizar los cuartos de final no me empezaron a venir esos pensamientos», explicó Pinedo, a la que se refiere como una «eliminación amarga, de mucha tristeza, que no podía creerme».
El seleccionador se deshizo en elogios de todo tipo que resumió con un «nos ha dado mucho, no sólo por juego, sino por su carácter y su forma de competir», tal y como afirmó también Blázquez, y que los 201 partidos y 438 goles con la camiseta de ‘guerrera’ corroboran.
Pinedo se queda con los amigos, con los buenos recuerdos. Las medallas y triunfos, para ella, han quedado en un segundo plano: «Me quedo con la gran cantidad de amigos que me llevo y con el recuerdo de esa niña que iba ilusionada a entrenarse a Eibar, de la mano de su hermana Patri».