El Valencia muda la piel

Hace muy pocas semanas la prensa de Valencia acudía a una convocatoria en la que Pizzi explicaba los motivos de su destitución. Un incendio más que añadir a la larga lista soportada por este club. El presidente Amadeo Salvo, a la espera de la compra del señor Lim, contrataba a Nuno Espíritu Santo, procedente de la Liga portuguesa y se reforzaba la plantilla mientras se daba la baja a otros jugadores. Entre traspasados y cedidos que volvía a su equipo casi veinte jugadores abandonaron la caseta: Jonas, Postiga (Deportivo), Jonathan Viera (Standard Lieja), Keita (Roma), Bernat (Bayern ), Ricardo Costa (Al-Sailiya), Fede Cartabia (Córdoba), Pabón (Monterrey), Rami (AC Milan), Senderos (Aston Villa), Oriol Romeu* (Chelsea), Vargas* (Nápoles), Mathieu (Barcelona), Míchel y Guaita (Getafe), Víctor Ruiz* (Villarreal), Cissokho (Aston Villa), Banega (Sevilla).

Un cambio radical. Una muda de piel con el consiguiente riesgo. De Paul, André Gomes, Rodrigo, Yoel, Mustafi, orban Zuculini, Cancelo, Felipe Ausgusto y Negredo, además del citado Nuno. Sin apenas mucho tiempo para trabajar, el técnico ha encontrado la fórmula para que este Valencia rinda en este inicio de Liga. Los trece puntos, con trece goles a favor por solo dos en contra le convierte en el líder de la Liga cuando se ha superado la jornada cinco.

Es cierto que esto no ha hecho más que empezar, pero también es una realidad que este Valencia exhibe un espíritu futbolístico y de trabajo que se sale de los niveles comunes. El último en probar su medicina fue el Córdoba. Siempre se vio superado y se dedicó buena parte del partido a defenderse de las acometidas locales, muy bien ejecutadas desde los costados. Mención para Alcácer, que en esta ocasión estuvo más solo de lo habitual porque Negredo sigue lesionado y porque Rodrigo estaba sancionado. Pese a ello marcó uno de los goles de la Liga.