El Real Madrid hace lo mínimo para ganar en Huesca

Es difícil ganar un partido haciendo menos que el Real Madrid este domingo en Huesca. En condiciones normales, con un bagaje así se pierde o, como mucho, se empata. Los blancos tuvieron suerte de encontrarse enfrente con un equipo animoso, pero poco más. Aún así, Courtois tuvo que intervenir y el partido bien pudo haber acabado en empate.

Decidió el partido un gol tempranero de Bale, marcado con la suficiencia con la que el Real Madrid podía haber manejado el partido en caso de habérselo tomado un poco más en serio. El galés remató a gol un centro de Odriozola, sin dejar que la pelota tocara el suelo.

Etxeita había avisado aún con 0-0, y tras el gol blanco Courtois tuvo que sacar un remate de Ávila. La ocasión más clara (para el Huesca, porque el Real Madrid no las creaba) llegó en el segundo tiempo, cuando Melero mandó fuera un cabezazo picado que parecía más fácil rematar a gol.

El Real Madrid no volvió a llegar con peligro hasta el minuto 70, cuando el meta Jovanovic desvió a córner un remate de Bale. El equipo de Solari dejó sensaciones preocupantes, no sólo por el juego sino por la actitud. Lo único positivo fue el resultado, que a punto estuvo de irse también al traste en el 88, cuando el Huesca volvió a perdonar, esta vez por medio de Cucho Hernández. Los blancos acabaron pidiendo la hora, con otro paradón de Courtois y Carvajal sacando bajo palos en el córner siguiente.