Éder, de Guinea-Bissau a París

El delantero empezó su camino como futbolista tras emigrar a Portugal, país en el que debutó como internacional en 2012. Cuatro años después, es el héroe
10 de julio de 2016 - Sportyou
Éderzito António Macedo Lopes es el nombre completo de Éder, el que se recordará ya en la historia del fútbol por ser el autor del gol que dio el título de la Eurocopa a Portugal. El delantero que no había participado en todo el torneo y que saltó al terreno de juego en un arriesgado cambio de Fernando Santos para desequilibrar el encuentro con su juego de espaldas, pelea con los centrales y un disparo prodigioso que acabó en la red.
Éder nació en Guinea-Bissau y emigró a Portugal, más concretamente a Coímbra, donde empezó a jugar al fútbol, pasando por varios equipos hasta que debutó en primera división del fútbol con el Académica, el equipo más grande de la ciudad. Allí pasó cuatro temporadas, en las que nunca destacó por su capacidad goleadora, pero sí por su trabajo como referencia ofensiva, capacidad para ganar acciones aéreas y condiciones físicas que a base de trabajo podrían destapar un delantero completo.
De ahí que el Sporting de Braga, que pasaba por una época dorada, se hizo con sus servicios para disputar la Champions League. Aunque cerraron la fase de grupos con sólo tres puntos y Éder se quedó sin marcar. No obstante, mucho mejor le fueron las cosas en liga, donde anotó 13 goles, lo que le valió la llamada de la selección nacional por primera vez. Debutó en noviembre de 2012, en un amistoso frente a Gabón.
Ya no faltó a la llamada hasta el Mundial de Brasil, donde participó en tres partidos y tampoco fue capaz de marcar. Su primer gol con la camiseta de Portugal llegó hace un año, en un amistoso frente a Italia que terminó 0-1. Sus otros dos goles los anotó en amistosos de preparación de la Eurocopa, en las cómodas victorias frente a Estonia y Noruega.
Durante la fase clasificación participó en cinco partidos y tampoco pudo ver puerta en esas citas de la selección portuguesa.
Se había reservado para el día grande, después de una campaña complicada que empezó con el traspaso al Swansea, donde contó con pocas oportunidades. Se tuvo que marchar al Lille en el mercado invernal para contar con más minutos y asegurar su presencia en Francia 2016. Allí hizo seis goles en trece partidos y Fernando Santos confió en él.
Ha pasado todo el torneo en el banquillo, hasta que entró al terreno de juego en el 79′ para resolver el partido más importante de la historia de Portugal. El camino de Éder encuentra su punto cumbre en París, una ciudad que nunca olvidará.