Descalabro del Madrid en Moscú

Un solitario gol de Vlasic condena a los de Lopetegui que acusaron de nuevo la falta de gol y ya suman tres partidos sin conocer la victoria
2 de octubre de 2018 María Carbajo - Sportyou
El Real Madrid naufragó en Rusia. Los de Lopetegui cedieron por 1-0 ante el CSKA de Moscú con un solitario gol de Vlasic. Un Madrid que dominó el encuentro pese a los continuos sustos de los locales y que, sin embargo, no encontró fortuna de cara al gol.
Un tremendo error de Kroos al tratar de retrasar a Keylor condenó al Real Madrid en el minuto 2 de partido. Ni Varane pudo frenar a Vlasic ni el meta costarricense pudo detener el tiro. El segundo susto llegó apenas al cuarto de hora. El CSKA hacía mucho daño a la contra ante un conjunto blanco dueño y señor, pero sin posibles.
Un Madrid atascado en ideas con el conjunto ruso ahogando los espacios. Un regalo de Casemiro cuando se rondaba el minuto 17 hizo que los fantasmas de Sevilla camparan a sus anchas por Luzhniki. No se habían cumplido los veinte de encuentro cuando casi hacía falta la mano completa para contar las ocasiones del equipo ruso.
Sólo las llegadas de Lucas por la derecha animaron algo a un Madrid abonado a la empanada inicial. Casemiro, despertando del letargo, tuvo en sus botas la primera clara para los blancos al filo de la media hora. Su tiro ajustado se fue al palo.
Hasta ese momento, a la portería de Akinfeev habían llamado Nacho, Reguilón, Carvajal, Kroos y Casemiro. Benzema y Asensio, los teóricos primeros encargados de llevar el peso del gol, no hallaban la meta.
Despertó Benzema en los últimos suspiros del primer acto y hasta estrelló un balón en el larguero rival, pero, aunque tomó la batuta de mando de la delantera, no culminó su obra. Y, con la duda de dónde estaría Marco Asensio, el partido llegó al descanso.
A las ausencias de Bale, Marcelo e Isco por molestias se suma la de Carvajal, que tuvo que dejar su sitio a Odriozola.
En la segunda parte, el Madrid continúo con el dominio sin fortuna. Torpones en la ejecución y perdidos en la resolución de cara a puerta. La seguridad que aporta Nacho en defensa estaba siendo casi la única nota positiva.
Con media hora por delante, entraron al campo Mariano y Modric, al rescate en detrimento de Lucas Vázquez y Casemiro. Pasaba el Real Madrid al 4-4-2 con Mariano y Benzema en punta.
Sin embargo, daba la sensación de que los de Lopetegui, innovador siempre en los cambios, robaban sin problemas en el centro del campo pero después no terminaban de saber qué hacer. Sólo un palo final tras cabezazo de Mariano y un remate a la nada de Varane, despertaron un mínimo de ilusión en un equipo que, tras tres Champions seguidas, se arrugaba ante el CSKA soñando con el empate.
Otro varapalo para el Madrid tras el batacazo en Sevilla y la poca efectividad en el empate a cero ante el Atlético de Madrid. Visto lo visto en Moscú, la falta de gol se antoja sólo uno de sus problemas.