Kent acaba con 38 años de sequía en el motociclismo británico

Danny Kent, recién proclamado campeón del mundo de Moto3, ha metido su nombre con letras de oro en los libros de historia del deporte británico. Nacido en Chippenham, una pequeña localidad de Inglaterra situada a unos 150 km al oeste de Londres, es miembro de una familia de clase media, que siempre tuvo claro que lo suyo era correr en moto. Ya a los seis años de edad empezaba a jugar con las mini motos, en las que destacó rápidamente. Desde ahí comenzó a perseguir un objetivo: ser piloto profesional. El apoyo del ex corredor Roger Burnett, que le tomó bajo sus alas para conseguir apoyo de patrocinadores y consejos de otros profesionales, fue clave. El ex piloto británico le fue conduciendo por el camino hacia el éxito, cuya primera baldosa de oro se ha colocado en este 2015.

Burnett creía a ciegas en el futuro de Kent y le presentó a dos hombres de negocios que pronto se convirtieron en sus mecenas. Joe Henderson y Phil Burgan fueron los que respaldaron a Kent en sus inicios y, como él mismo reconoce, sin ellos hubiera sido imposible llegar tan lejos, sobre todo en el caso de Burgan y la academia de pilotos que puso en marcha con el fin de apoyar a los corredores británicos.

Uno de los pilotos que más lejos llegó tras salir de esa escuela fue James Toseland, el primero en despuntar con el objetivo de ser el próximo campeón del mundo británico. Kent y Toseland se conocieron, se hicieron amigos y en 2011 el campeón británico le cedió su número 52 en su fiesta de jubilación. Para Toseland, regalarle su dorsal al futuro campeón del mundo fue todo un honor y una clara apuesta de futuro, que el tiempo le ha dado la razón.

Con este título, Kent se ha convertido en el ‘heredero’ del mítico Barry Sheene. Casi cuatro décadas después del título de 500cc del mítico Sheene, el joven Kent de 19 años se ha convertido en el primer británico en alzar un título de campeón del mundo de motociclismo.