Opinión
Cómo se le está poniendo el ojo a la yegua
- 03 de septiembre
de 2021 -
- Iñaki Cano
En otros tiempos, bueno, y ahora también, cuando a una yegua se le ponía el ojo de aquella manera, si el propietario tenía dinero, el veterinario le salvaba el ojo a la bestia. Si era pobre, la yegua perdía el ojo y hasta la vida. Con el paso de los años, se convirtió en un refrán español que indica claramente que se complica la existencia de las cosas. Pues eso. La España de Luis Enrique, parece que será sacrificada salvo milagro sueco, griego y si no hay más tropezones en el camino hacia Catar.
El ojo de España está más perdido que salvado. Después de aquel primer empate contra Grecia unido ahora con la derrota en Solna, España está más fuera que dentro. Tenemos un problema con éstos jóvenes valores que marean la perdiz de lado a lado, pero que en las dos áreas hacen inútiles los tres millones de toques de los que más de la mitad sirven de muy poco porque al final, tanto en defensa como en ataque, los toques son para fallar y no ganar. No vemos más allá.
Pierden soluciones con el ojo de la yegua herido porque los equinos no ven. Si fuésemos en un coche conduciendo, ni la parte trasera (maletero) ni la parte delantera (faros), y por eso descuidamos siempre nuestra portería en defensa y no acertamos en la contraria en ataque. Si queremos reverdecer viejos laureles, deberemos llamar a un veterinario, o dos, o tres, que salven nuestro camino hacia Catar porque la yegua tiene muy mal el ojo y no acertamos ni coceando.
Se quejaba Luis Enrique en la conferencia de prensa previa de que éramos muy negativos, pareciéndose a Van Gaal, sin gritos, eso sí, pero con cara de pocos amigos por desconfiar en su sabiduría. Por desgracia para España, el seleccionador/veterinario, ya sabe que la yegua tiene muy mala visión y Catar está tan lejos, que casi no se ve. Esperaremos no volver a fallar y que sí lo hagan los suecos. Si no fallan, la cosa se nos pone peor aún porque en la repesca de 12 sólo tres llegarán al Mundial. La otra solución para ver mejor la encontraremos en la Nations League de Italia donde las yeguas transalpinas, francesas y belgas en principio, tienen mejor ojo que nosotros.
La gran verdad del seleccionador que dijo aquello de que «la Eurocopa es pasado y no vale nada más que para tener buenos recuerdos» es más cierto de lo que hubiéramos deseado. Volvemos a los tiempos en los que no nos comíamos nada más que grandes ‘mojones’ pese a nuestras ilusiones porque no queríamos ver la realidad verdadera. Me asusta que después de todo lo que creíamos haber logrado, España no acuda a un Mundial y eso no nos pasaba desde el de 1974 en Alemania.
Ojalá que el veterinario sane el ojo de la yegua y a partir de ahora las cosas las vea más claras que frente a Italia en la Eurocopa o contra Suecia en Estocolmo ya que de lo contrario, España y Luis Enrique deberán soportar todos los pinchazos críticos desde todos los lugares por los seleccionados y por los ausentes que siempre ganan cuando pierden los que están. Por desgracia, el fútbol sólo vive de victorias ya que los empates o las derrotas te distancian de los lugares en donde quieres estar y Catar, ahora mismo, está muy, muy lejos. Y además, la yegua con ese mal ojo, camina muy lenta porque no sabe por dónde va, aunque parezca, según el veterinario, que sabe por dónde pisa.