¡Chasco!

¡Chasco! Esa es la palabra que define lo visto desde el punto de vista culé en el partido contra el Rayo Vallecano. Más de 80.000 personas quisieron estar en el Camp Nou, muchos de ellos niños y niñas que tenían mucha ilusión por ver al FC Barcelona de ‘las palancas’, con ganas de enamorarse de los nuevos, y sobre todo de Robert Lewandowski.

Más allá del empate a cero, no hubo ningún motivo, para divertirse con el juego del Barça y menos mal que Ter Stegen evitó que el Rayo ganara en el Camp Nou como la temporada pasada. Xavi Hernández hizo un equipo políticamente correcto dejando en el banquillo a Piqué. A Frenkie de Jong, a Ansu Fati y a Aubameyang. Y, estos tres últimos cuando salieron, mejoraron lo visto en la primera parte.

El Barça de las palancas no tuvo mejor defensa, que el año pasado. El centro del campo estuvo mediocre y arriba se vio el oficio de Lewandowski y de Raphinha. El brasileño de lo mejor y sin embargo, Xavi en otra decisión política, prefirió dejar a Dembélé en el campo. Y otro dato no menor, Gerard Pique, en esa situación incómoda de tratar de revisar su ficha está desahuciado. Tanto, que que ni está en el equipo titular, ni participa en los ejercicios de calentamiento de los suplentes.

Joan Laporta ficha y Xavi Hernández es el responsable de sacar rendimiento a la plantilla, pero de momento y en el primer partido de verdad y en LaLiga: ¡Chasco!