La Bélgica del contragolpe sí asusta

El conjunto entrenado por Marc Wilmots se ha mostrado bastante espeso enfrentando a rivales cerrados, y aunque ha mejorado ahí frente a Irlanda, la contra es su gran arma en esta Euro 2016
18 de junio de 2016 David de la Peña - Sportyou
La selección belga se ha recuperado del varapalo sufrido frente a Italia en la primera jornada, venciendo por 3-0 a la República de Irlanda en un partido que nos deja una lectura evidente: el combinado entrenado por Marc Wilmots es, si no el que más, uno de los equipos más poderosos de la Euro 2016 al contragolpe. Todos los problemas que ha evidenciado a lo largo de los dos partidos han tenido que ver con su ataque posicional, y todas las virtudes han estado relacionadas con las transiciones verticales y veloces.
Mejoría frente a la República de Irlanda
Es justo decir que el atasco fue mucho más evidente frente a Italia, en comparación a lo visto durante la primera parte disputada frente a la República de Irlanda. Ahí Wilmots introdujo algunas modificaciones que cambiaron ligeramente, para mejor, la cara del equipo.
Contra una Italia que replegó con cinco defensas y tres centrocampistas centrales, además del trabajo de sus dos delanteros, que muchas veces se situaban detrás de la línea de balón, Bélgica mostró un atasco tremendo. Fellaini y Nainggolan no ofrecían ninguna agilidad en el juego interior, mientras que De Bruyne y Hazard recibían en un escalón posterior, pero siempre de espaldas. Por si fuera poco, los dos laterales -centrales habituales- no daban amplitud alguna por las bandas. El atasco belga fue monumental y la nutrida defensa italiana jamás se vio amenazada.
Frente a la República de Irlanda, Wilmots tomó la decisión de introducir tres cambios: Meunier, Moussa Dembelé y Ferreira Carrasco fueron de la partida. Al combinado belga le faltó una marcha más en el último tercio, pero la mejoría con respecto al primer día en relación a su ataque posicional fue evidente. En primer lugar, añadieron junto a Witsel a un futbolista capaz de eliminar marcas con alguna conducción y con mucha más finura en los controles como Dembelé, lo que en espacios reducidos resulta un apoyo importante, y además, a nivel táctico añadieron un Ferriera Carrasco que esperaba a recibir el balón en zonas abiertas, e incluso, aún con pocos metros para correr, trazó alguna buen movimiento de ruptura. Además, con Meunier ganaron un futbolista con mayor profundidad, y aunque no se mostró demasiado fino en sus contactos, al menos su condición de lateral le hizo pisar campo rival con mayor tacto en comparación a Ciman. A Bélgica, en cualquier caso, le faltó una marcha más en los últimos metros y más aportación de su delantero centro en el juego de espaldas, pero las sensaciones en términos de fluidez fueron superiores a lo visto el primer día frente a Italia.
El contragolpe, el gran arma belga
En cualquier caso, ha quedado demostrado que esta selección belga, lanzando ataques verticales y veloces, es realmente devastadora. Ni frente a Italia ni ante la República de Irlanda encontraron un escenario como ese, pero un despiste irlandés y una carrera de los diablos rojos abrió la veda. Bélgica hizo el 1-0 en una acción a campo abierto de De Bruyne y Lukaku, y es que en esa suerte, los cuatro atacantes que ha puesto en liza Wilmots -estos dos más Hazard y Carrasco– probablemente sea la mejor vanguardia de esta Euro 2016.
La pregunta será si la defensa de su área podrá resistir el flujo ofensivo que puedan ofrecer Alemania o España, los dos equipos con mayor finura en campo rival, pero parece claro que esta Bélgica crecerá cuando su rival se abra y le permita probar suerte galopando con sus cuatro balas. Una circunstancia que, sobre el papel, debería de producirse de forma más habitual a medida que avance el campeonato y enfrente estén los grandes favoritos para ganar el torneo.