El Madrid asalta el Camp Nou

Cosas del fútbol. Un Real Madrid conservador se llevó los tres puntos del Camp Nou ante un ramplón Barcelona. No hubo versión de líder en su casa en su homenaje a Joahn Cruyff. Un triunfo con diez jugadores por la expulsión de Sergio Ramos y que sirve para alimentar la moral de una tropa necesitada de […]
2 de abril de 2016 - Sportyou
Cosas del fútbol. Un Real Madrid conservador se llevó los tres puntos del Camp Nou ante un ramplón Barcelona. No hubo versión de líder en su casa en su homenaje a Joahn Cruyff. Un triunfo con diez jugadores por la expulsión de Sergio Ramos y que sirve para alimentar la moral de una tropa necesitada de este tipo de resultados. La primera derrota de Luis Enrique después de 39 partidos llega cuando tiene encarrilada la Liga y afronta la Champions es buena disposición. Los goles de Benzema y de Cristiano, lo mejor del Madrid, además de las paradas de Keylor Navas.
Muy frío arrancó el partido. Demasiado para tratarse de un Clásico. El Real Madrid se echó atrás de manera descarada a la espera de cazar alguna presa al contragolpe mientras que el Barcelona se dedicó a practicar el fútbol control que tan bien domina. La declaración de intenciones no respondía ni de lejos a lo que se espera en este tipo de choques de trenes. Quizás ambos equipos entendieron que el pescado de la Liga hace tiempo que está vendido y es preciso reservar fuerzas para la Champions League.
El planteamiento del Madrid fue de equipo menor. Si en el banquillo hubiese estado Mourinho o Benítez en lugar de Zidane muchos se habrían puesto las manos en la cabeza para denunciar un ‘catenaccio’ puro y duro. Una imagen impropia para un equipo como el Real Madrid, que no se debería solapar con el resultado registrado en el marcador. Baste con reseñar que en la primera parte Bravo y Navas solo hicieron una parada porque solo atinaron en una ocasión los delanteros.
En los primeros cuarenta y cinco minutos el balón estuvo mucho tiempo en las botas de los jugadores del Barcelona pero con escasa profundidad y con una velocidad escasa en el desplazamiento. Al Madrid no le importó. Prefirió no salir malherido en el primer asalto y se resguardó mucho, mucho confiando en un zarpazo ocasional.
En la segunda parte no cambió el decorado hasta que llegó el gol de Piqué (m. 55). Entonces, el Madrid dio un paso adelante y encontró un rival algo pasota y algo cansado. El empate de Benzema fue la señal que esperaba el equipo para creer en el triunfo. Creció como la espuma mientras que el Barcelona entró en un profundo bache físico y de juego. Además, la salida de Rakitic por Arda dejó menor músculo en el centro del campo. Así llegó