Opinión
Antoine Griezmann y su salto de fe
- 08 de julio
de 2016 -
- David de la Peña
Hoy Griezmann hizo un salto de fe. Alemania fue mucho mejor que Francia, pero él decidió saltar al vacío y acabó arrastrando al resto de azules. Al fondo del precipicio podía esperar cualquier cosa, y al final acabó siendo un domingo en Saint-Denis. Lloris, Sissoko, Umtiti… Muchos estuvieron bien, pero lo de Griezmann fue otra cosa. Incluso se puede poner en el debe de Alemania las dos terribles concesiones que Schweinsteiger y Neuer tuvieron en los goles, pero no restan un ápice de mérito al encuentro que ha jugado el futbolista del Atlético de Madrid.
Consagratorio, para los que aún dudaban. La jugada del minuto 6 explica de lo que es capaz. Griezmann la agarró en línea de medios, metió una pelota vertical para Matuidi, que le devolvió una pared. Después condujo, le dijo a Matuidi a dónde debía de correr, y volvió a recibir del jugador del PSG. En le frontal se zafó de su marca y disparó flojo con su pierna derecha. La jugada fue en una semifinal de una Eurocopa contra el actual campeón del mundo, y se inventó una acción de gol recibiendo la pelota con 11 alemanes por detrás de ella y a 50 metros de la meta rival. Algo sólo al alcance de un elegido.
Desde ese momento todo fue muy complicado para Francia. Alemania cuajó un primer tiempo soberbio, con ritmo en sus pases, llegadas y recuperaciones en campo rival. El gigante germano agarraba por el cuello al indefenso gato francés, que entre sollozos sólo veía a Griezmann, que a lo lejos, era el único que conseguía darle aire. El colchonero se inventó metros para su equipo, la pidió, se paró, y le hizo respirar. Creyó cuando nadie lo hacía, y Francia salió viva de aquella ratonera.
No debió ser fácil para él afrontar la carrera hacia Neuer, a pesar de que sólo 11 metros le separasen del gol. El fallo en Milán tuvo que pesar, pero embolsó la pelota con firmeza y la mandó a la red. Tal y como ha hecho hasta ahora en esta Eurocopa, donde su finura en el remate completa una prestación que, como hoy ha quedado claro, va mucho más allá de hacer goles, a pesar de que sus 6 tantos representen una cifra al alcance de muy pocos. Desde fuera lo veremos como una exhibición futbolística, pero desde dentro irán más allá. Hoy sus compañeros han ganado un héroe. Un líder. Palabras mayores.