Las grandes anécdotas de la Eurocopa

Repasamos las grandes anécdotas de la Eurocopa que marcaron la historia de la competición. Franco y la Eurocopa de 1960 España es, junto con Alemania, la selección que más veces ha levantado el campeonato de Europa. Los tres entorchados con los que ambos cuentan en sus vitrinas son lo máximo conseguido por cualquier selección. Sin […]
13 de mayo de 2016 - Sportyou
Repasamos las grandes anécdotas de la Eurocopa que marcaron la historia de la competición.
Franco y la Eurocopa de 1960
España es, junto con Alemania, la selección que más veces ha levantado el campeonato de Europa. Los tres entorchados con los que ambos cuentan en sus vitrinas son lo máximo conseguido por cualquier selección. Sin embargo, el combinado español tuvo la oportunidad en 1960, justo antes de levantar su primer trofeo en 1964, de proclamarse primer ganador de la competición.
La selección española era la gran favorita para levantar el primer campeonato de naciones, gracias a un equipo que contaba con una delantera de ensueño, formada por Luis Suárez, Alfredo Di Stefano, Ladislao Kubala o Paco Gento. Los cruces de octavos y cuartos -que daban acceso a la fase final de cuatro equipos- debían de disputarse a ida y vuelta, y en los cuartos de final España quedó emparejada con la URSS. Franco, en un clima de gran tensión política, se negó categóricamente a que el equipo de fútbol de un país en el que estaba establecido el comunismo entrase en el país, y los españoles fueron eliminados de una torneo que finalmente levantarían los soviéticos.
Italia, campeón por una moneda
La selección italiana ganó su primera Eurocopa en 1968. El torneo cada vez tenía más repercusión, y después del éxito de las dos primeras ediciones la competición fue creciendo cada vez más. La tercera Eurocopa la consiguió ganar Italia haciendo gala de una gran fortuna, a pesar de contar con un equipo de grandes estrellas como Sandro Mazzola, Gianni Rivera o Dino Zoff. La final se la ganó a Yugoslavia en el partido de desempate, después de la igualada (1-1) en la final.
Sin embargo, sería en las semifinales cuando se produciría el golpe de suerte para el combinado azzurro, después de eliminar a la Unión Soviética tras un durísimo empate a cero en partido disputado en el estadio de San Paolo. La URSS ya había apeado a Italia del mundial de 1966, y el combinado transalpino se tomó su particular venganza. El choque se disputó en unas condiciones climatológicas complicadas, y nadie pudo romper la igualada. La clasificación de Italia se decidió de una sorprendente forma: un simple lanzamiento de moneda. De ahí nació “la suerte de Italia”.
Dinamarca, campeón desde la playa
La situación política en los balcanes de comienzos de los 90 llevó a las Naciones Unidas a realizar un bloqueo a Yugoslavia, que también afectó a la participación del país en los eventos deportivos internacionales. El combinado balcánico, a finales de mayo de 1992, quedó excluída de Eurocopa de Suecia, y en su lugar acudió una selección danesa cuyos integrantes estaban, literalmente, de vacaciones.
Richard Nielsen, el seleccionador, contó poco después que varios de los futbolistas tuvieron que interrumpir a regañadientes su período vacacional, y que no les sentó demasiado bien que su entrenador les dijese que iban a Suecia “para ser campeones”, ya que algunos incluso lo consideraron una pequeña mofa. Pero, cosas del fútbol, Dinamarca logró llevar a cabo una de las mayores sorpesas en la historia de la Eurocopa, avanzando rondas de forma inesperada y ganando en la final a una selección alemana que contaba con estrellas como Effenberg, Sammer o Klinsmann.
Antonin Panenka, un penalti para la historia
No es fácil en el mundo del fútbol que tu nombre quede para la posteridad. No es el caso de Antonin Panenka, que lo consiguió a pesar de no ser uno de los grandes jugadores de la historia del balompié. Panenka jugó entre 1967 y 1981 en el Bohemians de Praga, y entre 1981 y 1985 en el Rapid de Viena, además de vestir en 59 ocasiones la camiseta de la selección de Checoslovaquia.
Sin embargo, su gran aparición a ojos del fútbol mundial sucedió en la Eurocopa de 1976, cuando Checoslovaquia ganó el único título que tiene en sus vitrinas. El combinado checoslovaco disputó una competida final frente a Alemania Federal, que finalizó su tiempo reglamentario en empate a dos. El choque se tuvo que decidir en la tanda de penaltis, y cuando el marcador estaba 4-3, Antonin Panenka se inventó ese remate picado que pasó a los anales de la historia.
Bierhoff, Trezeguet y el gol de oro
Oliver Bierhoff fue un delantero alemán que hizo una gran carrera en el fútbol italiano. El Ascoli le llevó al calcio, desde donde fue creciendo hasta acabar ganando el Scudetto con el Milan en 1999. El tanque germano pasó a la historia de la Eurocopa después de que en la final de la edición de 1996 -disputada entre Alemania y la República Checa- marcase el primer gol de Oro de la historia de la competición, dándole el título a la Mannschaft.
No duró demasiado la regla del gol de oro -casi todo el mundo coincidió en que iba en contra del espectáculo, ya que el miedo a recibir un tanto hacía ver planteamientos muy conservadores en los momentos decisivos-, pero sí se mantuvo hasta la cita de 2000. Francia e Italia llegaron empatados al tiempo extra en el partido final, y un certero remate de David Trezeguet -que ese mismo verano firmó por la Juventus- significó el que era segundo título para el combinado galo.