Alemania aplasta a la República Checa

La selección alemana ya fue uno de los equipos que mejor jugó durante la Eurocopa de Francia, y ganó el Mundial en Brasil dejando varias exhibiciones fantásticas, entre ellas, por supuesto, la histórica goleada al anfitrión por 1 a 7. La actuación del cuadro dirigido por Joachim Löw frente a la República Checa en la segunda jornada de la fase de clasificación al Mundial de Rusia ha estado a la altura de sus mejores noches, a pesar del ‘corto’ 3-0 final.

Löw volvió a elegir ese 4-2-3-1 en el que Kroos y Khedira comparten el doble pivote, hay dos laterales profundos decisivos en ataque (Kimmich y Hector), además de una pareja de centrales capaz de ofrecer soluciones constantes con la pelota al pie, como Hummels y Boateng. Los cuatro atacantes; Draxler, Özil, Müller y Götze, intercambian posiciones, y eso provocó una confusión tremenda en la zaga checa.

El primer tiempo acabó con 1-0 para el cuadro local, pero indiscutiblemente se trató de un resultado corto, y el meta de la República Checa, Vaclik, tuvo mucho que ver. Alemania combinaba con acierto y generaba ocasiones con una facilidad tremenda, pero el portero del Basilea estuvo acertadísimo, negando el tanto en varias ocasiones a la campeona del mundo.

No pudo hacerlo, sin embargo, cuando en el minuto 12 de encuentro el cuadro germano generó una fantástica acción ofensiva, con salida de Hummels y participación de Götze, Özil y Müller, marcando este último con un buen remate a contrapié del portero. Fue el único gol de una primera parte que pudo haber llevado varios tantos más al luminoso.

En la segunda mitad, sin embargo, Alemania sí conseguiría materializar dos de sus -de nuevo- varias ocasiones. El 2-0 fue obra de Toni Kroos, en un gol muy parecido al que anotó frente al Celta en la segunda jornada de la presente campaña: un remate finísimo con el interior de su bota derecha, inalcanzable para Vaclik.

Alemania siguió generando ocasiones, y cerraría el encuentro en el minuto 64, cuando una buena acción por la banda izquierda, en la que Hector ganó línea de fondo y puso un gran balón al segundo palo, fue concluida por Müller, que se anticipó a su marca y acabó anotando el que sería el tercero de su equipo y segundo de su cuenta.