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20 de marzo de 2023 20/03/23

Golf

Alejandro del Rey sigue los pasos de Jon Rahm

El golfista madrileño conquista el Open Mirabelle Or del Alps Tour, su primer torneo como profesional


14 de septiembre de 2020 Iñaki Cano - Sportyou

Se proclamó el año pasado campeón mundial amateur en Irlanda y ahora acaba de ganar su primer torneo como profesional, el Open Mirabelle Or del Alps Tour. El madrileño sigue el mismo camino que su admirado Jon Rahm y lo hace no sólo jugando al golf, también le persigue estudiando en la misma universidad tejana que lo hizo el de Barrika.

Alejandro del Rey, cuando tenía cinco años, acompañaba a sus padres al Real Club de golf de La Moraleja, donde comenzó a recibir clases de golf por empeño de su padre. A esa edad Alejandro ya apuntaba maneras porque en La Moraleja no admitían niños menores de siete años y con Alejandro hicieron una excepción que años después dieron como fruto, imitando también a Rahm, el título de campeón mundial amateur de golf.

En Estados Unidos y en la Arizona State University, Alejandro del Rey ha ido puliendo su estilo de golf hasta conseguir ser el mejor amateur del mundo ganando el título en Irlanda. La admiración del madrileño por el vizcaíno es inmensa porque según cuenta: “Jon ha dejado un legado increíble en nuestra universidad. Tanto que si eres español, todos te miran y te comparan con él. De momento entre Rahm y yo hay una gran diferencia en el juego y en la estatura”.

Alejandro del Rey en la universidad y en los cuatro años precisos, ha sacado sus estudios de ADE y Sociología. Aunque seguirá estudiando para seguir creciendo fuera del golf, sus sueños están en lograr grandes triunfos en un deporte en el que para bien y también para mal, todo son comparaciones con Jon Rahm que ha puesto el listón del golf español muy alto pero que beneficia a los golfistas de nuestro país. Cuando a Alejandro se le pregunta por su estilo, siempre contesta que lo suyo a día de hoy, es más de fuerza que de técnica: “Me gusta ir a tope y con fuerza. Tengo que aprender a tener calma como los grandes profesionales. Soy pegador con el drive y creo que no ando mal con el wedge y al patear pero sigo siendo un jugador al que le falta consistencia y para ello estoy trabajando. ¿Mi sueño ahora mismo? Me gustaría ganar varios torneos en el y me gustaría llegar a ser top-10 mundial. Claro que me gustaría estar ahí con los mejores cada semana y el día de mañana poder estar en una Ryder Cup”.

Alejandro Cañizares, Carlota Ciganda, Azahara Muñoz o el mismísimo Jon Rahm han estidado en la misma universidad que da grandes licenciados en diferentes carreras universitarias y excelentes jugadores de golf entre sus más de 51.000 estudiantes. Alejandro del Rey antes de ganar su primer torneo como profesional, además de ser campeón del mundo amateur, también conquistó el campeonato de Europa por equipos y ganó la medalla de bronce en el Eisenhower Trophy que es el campeonato del Mundo por equipos. Sin olvidarnos que desde pequeño, ganó casi todo en benjamines, alevines y cadetes a nivel nacional e internacional.

Alejandro del Rey está muy agradecido a la RFEG y a la Federación de Madrid que le cuidó junto a Freddy Lilly, director técnico del CETEMA. Con este profesor, Alejandro del Rey, dice que fue el que más le enseñó de golf y de las normas de educación como jugador y como persona: “Con Freddy viajábamos por España y nos educaba en cada desplazamiento del que aprendíamos no sólo a jugar al golf. Por ejemplo, cada vez que entrábamos a un club de golf con la gorra puesta nos daba tal colleja que se nos caía en la gorra y después en la furgoneta de vuelta a casa, alguna salía por la ventana para que aprendiéramos, yo he perdido unas cuantas gorras”.

Todo comenzó hace 12 años cuando se proclamó campeón de España de Pitch & Putt en la categoría de benjamín y a partir de ese momento su carrera ha sido ascendente. En tan sólo tres meses como profesional y dos años después de proclamarse campeón del mundo amateur, Alejandro del Rey ya ha ganado su primer torneo en el Tour de los Alpes donde espera seguir demostrando que puede mezclarse con los mejores del mundo del golf y eso sí, siempre con los píes en el suelo pero con la ilusión y las ganas por las nubes porque el madrileño quiere volar muy alto siguiendo las huellas de Jon Rahm, su compañero de universidad.

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