Advertencia para el Madrid

Dos avisos serios le ha dado el destino al Real Madrid de baloncesto la última semana. Uno pudo con él, el otro casi. Dos avisos que pueden alterar, casi inconscientemente, el futuro del mejor equipo de Europa. El primero, en Moscú la semana pasada, acabó con derrota clara del conjunto de Laso en la pista del CSKA. La primera vez que vimos al equipo blanco K.O, sin respuesta en un final de partido, derrotado por las virtudes enemigas. El segundo, este pasado jueves en el Palacio de los Deportes ante un excelente Maccabi. Esta vez salió bien porque reaccionó a tiempo el conjunto de Laso y le puso tensión al final de partido que se le hizo largo al equipo israelí.
Y estos avisos tienen una característica común. El juego interior de los contrarios. CSKA y Maccabi lo tienen mejor que cualquier equipo ACB (sí, contando el Barça) y eso se va a notar en una hipotética Final Four. Es nuestra obligación no ser pesimista, sobre todo con este equipo, pero no deja de ser una obviedad que el Madrid ha sufrido ante Krstic, Kaun, Vorontsevich y Schorchianitis. Ha sufrido tanto que la aportación de los pivots en los dos partidos ha sido nula. No es alarmante, pero sí debe ser trabajado.
Ya sabían los hombres de Laso que cuando salieran a competir en Europa todo se iba a multiplicar. El esfuerzo, la dificultad, los partidos igualados. Ante el Maccabi, el Madrid supo sacar adelante un partido tenso, difícil, porque funcionó en el momento oportuno el tiro exterior. No fue así en Moscú y los blancos ya no salieron vencedores, se atascaron, se hundieron en la pintura rival y eso puede suceder también ante otros rivales.
Deberá el Madrid buscar un buen puesto en este grupo y no ser tercero, por ejemplo, que le condenaría ante, quizá Barça u Olympiakos, en un cruce de cuartos con desventaja de campo. Pero no le asegura nadie Final Four al Madrid, aún siendo primero o segundo de su grupo porque hay rivales fuertes en el otro camino. Es una sensación contrapuesta la que produce este Madrid, que era imparable hace dos semanas, que lo sigue siendo, pero el trabajo de los rivales para encontrar fallos está empezando a dar sus frutos.
Aún así sigo destacando el imperial estado de forma de Mirotic, Sergio Rodríguez y Llull, sin duda por encima del resto. Sin duda por encima de Rudy, algo fuera en los últimos días. Sigo destacando el impresionante trabajo y la labor de adaptación insólita de Draper, Slaughter y Darden. Sigo alabando a Felipe, inmenso cuando todo parece indicar que no va a poder. Pero es verdad que Bouroussis y Mejri han salido perdiendo en las batallas interiores en estos partidos de Euroliga. No preocupa lo del tunecino, en estado de adaptación casi al baloncesto en general. Sí lo del griego, al que Laso fichó para esto precisamente, para foguearse con pivots rudos, de nivel mundial. Y no lo está consiguiendo por el momento.
Es justo poner a este equipo en los altares, pero también advertir de las preocupaciones generales, de los vaivenes de todo un año. De lo difícil que es ganar siempre y durante nueve meses. Esto es muy largo.