Javi Martínez lleva toda la temporada lidiando con una de las enfermedades más temidas por los futbolistas. En su primer año fuera de España, en el debut con todo un Bayern de Múnich, ha sufrido el mismo ‘cuadro médico’ que desquició a Robert Prosinecki en el Real Madrid o parece estar lastrando el despegue de Fernando Torres en el Chelsea. El Bayern pagó cuarenta millones de euros por el polivalente centrocampsta navarro. Le reservó el honor de convertirse en el futbolista más caro en la historia de la Bundesliga; le ató un pesado grillete al tobillo que le obliga a justificar el dispendio cada fin de semana. De un verano a otro, ‘Javitxu’, el chaval de pueblo con el que cualquier aficionado podía empatizar, se convirtió en el ‘Kaiser de Ayegui’ La mutación no ha sido sencilla pero tras los titubeos propios de la adaptación, Javi Martínez ha acabado siendo fundamental en el campeón de la Bundesliga y semifinalista de Champions. 37 partidos con el primer equipo lo atestiguan. Le costó dos meses completar un partido completo y durante gran parte del año vivió esperando un bajón de forma de Luiz Gustavo pero en el tramo decisivo de la temporada se ha convertido en el escudero perfecto de Schweinsteiger en el doble pivote y un seguro para que artistas como Kroos reciban el balón en las mejores condiciones. Heynckes le ha reservado en el banquillo durante los últimos dos partidos para que llegue fresco a la semifinal y los aficionados alemanes le consideran el mejor mediocentro defensivo del campeonato (lidera la encuesta de Bundesliga.com por delante de Gündogan y Kiyotake) Son un par de síntomas definitivos de que aquel chaval tímido aterrizado en Alemania hace unos meses es ya más ‘Kaiser’ que ‘Javitxu’ En semifinales contra el Barcelona tendrá el mejor escenario para seguir demostrándolo.