Kobe Bryant no recuerda un día en su vida sin que el sonido del balón le haya interrumpido. Cuando nació en 1978, su padre, Joe Bryant, estaba a punto de iniciar su cuarta temporada como base de los Philadelphia 76ers y desde entonces le siguió de una punta a otra del país, hasta que Italia se cruzó en sus caminos. Kobe aterrizó en la ciudad de Rieti con 6 años y allí, con ayuda de sus dos hermanas mayores, tuvo que adaptarse en tiempo récord a la agitada carrera de Joe, quien jugó para cuatro equipos italianos en siete temporadas. Dicen que Kobe aprendió el idioma en apenas tres meses y, además, supo esquivar la tentación a la que le indujeron para que se convirtiera en portero de fútbol por su rapidez, su gran salto y sus largos brazos. El pequeño Kobe mantenía viva la llama del baloncesto americano gracias a las cintas de vídeo que sus abuelos le enviaban semanalmente. En su vuelta a los Estados Unidos durante 1992, después de que su padre pusiera fin a su carrera jugando una última campaña en Francia, ingresó en el Lower Merion High School de Pennsylvania. Su paso por el instituto fue estratosférico, promediando 31.1 puntos, 10.4 rebotes y 5.2 asistencias con solo 17 años. En esa temporada se encendió una bombilla en la cabeza de Kobe, cuando vio como Kevin Garnett saltaba desde una escuela de Chicago directamente a la NBA. El escolta decidió entonces seguir los mismos pasos, evitando la universidad. La noche del Draft de 1996 los Charlotte Hornets eligieron a la promesa del baloncesto estadounidense en el puesto #13, sin embargo, su agente se vio obligado a negociar su traspaso con la dirección del equipo porque Kobe no estaba contento con su destino. En el momento que las dos partes llegaron a un acuerdo, Los Angeles Lakers cerraron un movimiento por los derechos del rookie a cambio de su pívot titular Vlade Divac. El camino hacia los 30.000 puntos El 5 de noviembre de 1996, Kobe anotó su primer punto convertido desde la línea de tiros libres. Con 18 años y suplente de Eddie Jones y Nick Van Exel, se convirtió en el jugador más joven que pisaba una cancha de la NBA. Un récord que más tarde han roto Jermaine O’Neal y Andrew Bynum. Después de 17 temporadas rindiendo a uno de los niveles más altos de este deporte, Kobe Bryant puede presumir de ser uno de los cinco jugadores que han alcanzado la legendaria cifra de los 30.000 puntos, sólo al alcance de Wilt Chamberlain, Michael Jordan, Karl Malone y Kareem Abdul-Jabbar. Fue el pasado miércoles, ante la misma franquicia que lo drafteó, donde Kobe puso la guinda a una carrera llena de reconocimientos. A falta de 1.16 minutos para el descanso entró hacia la canasta sumando los dos puntos que servían para rebasar la cifra (30.001). De esta forma Kobe vuelve a ser el más precoz, como nos ha acostumbrado a lo largo de su vida, convirtiéndose en el jugador más joven que lo consigue dentro del exclusivo grupo. Por si cabía alguna duda, podemos decir que estamos ante uno de los grandes nombres propios del baloncesto mundial a pesar de que arrastre seguidores y críticos a partes iguales. Kobe, entre otros reconocimientos, ha sido dos veces el máximo anotador de la temporada, posee un MVP de temporada regular, ha jugado en 14 ocasiones el All Star Game y acumula cinco anillos de siete Finales, siendo el MVP en dos de ellas. Esta temporada, con 34 años, promedia 27.9 puntos, 5.3 rebotes, 4.9 asistencias y 1.6 robos en 36.9 minutos.