Excepto Zeman, azote eterno de la causa juventina, la profesión y el entorno le está fabricando a Conte un camino de rosas en su vuelta al banquillo tras la sanción que término de cumplir en Ucrania. “¿Penalizado? Creo que las sanciones están para penalizar y no para premiar”, explica el bohemio sin un ápice de compasión, cuando le preguntan por su colega. El resto es otra historia y para muestra un botón. Brienza, Miccoli y hasta el vicepresidente del Palermo, primer rival de Conte en el retorno, han celebrado públicamente la vuelta al ruedo del entrenador. Del principal rival. A Conte le han abierto la jaula y echar un vistazo al paisaje tras cuatro meses de largo exilio no pueden haberle sentado mejor. Con el líder en segundo plano la Juve ha capeado con oficio las embestidas del Napoli y del resto de aspirantes a desbancarles en un campeonato competidísimo y han empaquetado la clasificación en Champions League con solvencia. La faena europea cuenta especialmente para el futuro de Conte. Primero porque el equipo ha demostrado fortaleza sin el capo en el banco y segundo, y mucho más importante, porque ingresar alrededor de 20 millones de euros (entre premios y recaudación) durante esta primera fase puede acercar estabilidad y futuro en forma de fichajes ¿Un nueve goleador quizá? Buenos números con los secundarios Conte ha contado con dos buenos subalternos en su ausencia. Los viejos compañeros, el segundo de total confianza en Siena y Juve, no le han defraudado, Massimo Carrera y Angelo Alessio (tras cumplir los dos meses de sanción por el mismo asunto que su jefe) no han permitido que el equipo note la ausencia del míster titular y apenas han flaqueado en ninguna de las tres competiciones en las que han participado. Sin Conte han mantenido el liderato, pese a las derrotas contra Inter y Milan y sin Conte han mandado en Europa con buen juego. El líder volverá hoy al primer plano en un acto publicitario de Jeep, patrocinador de la Juve. El primer paso hacia la normalidad.