Coentrao se vio obligado a realizar un esprint en una cobertura después de un saque de córner a favor en el partido contra el Ajax, correspondiente a la Liga de Campeones. En el esfuerzo sintió una leve molestia en la zona del cuádriceps que se vio traducida en su rostro con un gesto de dolor. La escena no pasó desapercibida para el banquillo y enseguida se pidió el cambio pese a que el jugador movía las manos solicitando algo de tiempo para superar el dolor inicial. Mourinho no admitió la tregua y Fabio acabó en el vestuario y en manos de los fisioterapeutas. Tenía motivos sobrados el entrenador del Real Madrid para aplicar de inmediato el plan de prevención. Hasta ese partido, Coentrao era el único futbolista puro para desarrolllar su función en el lateral izquierdo. Marcelo sigue recuperándose de la lesión que sufrió con Brasil mientras que Essien continúa en la nómina de los doctores por culpa de una alergia. Un quebradero de cabeza para el cuerpo técnico puesto que Coentrao viene de recuperarse de otro problema muscular, que sufrió en una de las convocatorias con la selección portuguesa. Si finalmente Fabio se recupera el problema de los zurdos quedará aparcado hasta que se vea reforzado por la incorporación tanto de Marcelo como de Essien. El africano puede incorporarse en cualquier momento mientras que el brasileño aún tiene para unas semanas. Si sucede lo contrario, Mourinho está obligado, de nuevo, a retocar la línea defensiva en el encuentro del sábado frente al Real Valladolid. Para ello cuenta con dos piezas. Arbeloa y Nacho. Ambos pueden juegar tanto de lateral derecho como de izquierdo, si bien hay una diferencia. Arbeloa tiene mucha más experiencia que el canterano pero su traslado de costado implica la utilización de otro jugador para tapar el trasvase. Vamos, desvetir un santo para vestir otro. La aparición de Essien en partido anteriores supuso un quebradero de cabeza para el Madrid ya que los rivales cargaban el juego por esa zona y crearon muchos problemas tanto a la defensa como al portero blancos. Los médicos, Mourinho y el propio jugador deben decidir ahora si hay motivos y necesidad para arriesgar, a sabiendas que la competición es muy exigente hasta que acabe el año.