Corría el año 2007. La perla atlética e ídolo absoluto del Vicente Calderón ponía rumbo a Liverpool. Allí, en la cuna de Los Beatles y a los mandos del equipo de Anfield le esperaba con los brazos abiertos Rafa Benítez. Comenzaba así una suerte de matrimonio deportivo que traería al ‘niño’ de Fuenlabrada la gloria en forma de goles y cariño tintado de un intenso color rojo. El final de la historia, como si de una obra dramática se tratara, les puso en caminos distintos. Benítez se marchó a Milan, donde firmó una de sus peores épocas como entrenador al frente del Inter. Torres, por su parte, continuó en Liverpool hasta que Abramovich llamó a su puerta. Su debut en el Chelsea no fue todo lo exitoso que se esperaba, incluso en internet las bromas no cesaban en torno a su mala suerte de cara al gol. ‘¿Ha marcado hoy Torres?’ se preguntaban en los mentideros de la red. Los dos conocieron el éxito en la tierra de McCartney, y ninguno ha vuelto a encontrarlo desde que sus vidas tomaran rumbos distintos. Fernando Torres firmó la mejor temporada de su historia en cuanto a títulos el pasado año, sin embargo, aseguraba no sentirse a gusto. No jugaba lo suficiente para que su confianza volviera a crecer. LA MEJOR ÉPOCA DE ‘THE KID’ Un total de 72 goles en 116 partidos. Tremendas cifras de Fernando Torres en el tiempo en que trabajó a las órdenes de Benítez. Era uno de los delanteros de moda de la Premier. Después, todo cambió. Sus trayectorias han seguido un sentido paralelo desde que se bifurcaron y, ahora que vuelven a juntarse, es inevitable pensar en que los planetas se alineen de nuevo y el éxito regrese a ambos, ahora bajo el azul de Stamford Bridge. En su día, el delantero español pensó que la llamada con prefijo inglés se trataba de una broma. Ahora, cinco años después, en un giro inesperado de la historia, ni ellos, ni el Chelsea pueden permitirse guasas. Reconducir el camino de los ‘blues’ pasa directamente por el binomio que resultó perfecto y que ahora vuelve a unir sus fuerzas.